CUANDO EN JUNIO DE ESTE AÑO APPLE DESVELÓ EL FUTURO DE SU SISTEMA OPERATIVO MÓVIL, IOS 7, NO FUERON POCAS LAS REACCIONES (COMO SUELE SER HABITUAL): MUCHOS CENTRARON SUS ANÁLISIS EN EL CORTO PLAZO; UNOS HABLANDO DE LO FEO O BONITO QUE LES PARECÍA LA NUEVA ESTÉTICA Y OTROS HABLANDO DE LO MAL QUE FUNCIONABA UNA VERSIÓN BETA. UNA VEZ PASADO EL SHOCK, NOS EMPEZAMOS A DAR CUENTA DEL PROFUNDO CAMBIO QUE IBA A SUPONER ESTA NUEVA ESTÉTICA PARA UN MERCADO DE APLICACIONES CON GRAN SATURACIÓN. APPLE AGITÓ EL AVISPERO DEL APP STORE. LAS APLICACIONES ESTABLECIDAS COMO REFERENCIA Y LAS QUE HABÍAN QUEDADO EN SEGUNDO PLANO EMPEZABAN DE NUEVO DESDE CERO, TENÍAN QUE VOLVER A LUCHAR POR SER EL MEJOR.
Sin embargo, pronto nos empezamos a preguntar qué pasaría con todas esas aplicaciones cuyo valor reside en más del 50% en un diseño muy elaborado y detallado, como es el caso de Tweetbot. ¿Perderían toda tu personalidad? ¿Dejaría Tapbots de crear robots para iPhone e iPad?
NECESITAS
CONEXIÓN
Puede que ya no tenga el diseño industrial de la versión pero Tweetbot sigue siendo un robot, solo que ya no es ese robot de diseño anticuado, con sonidos mecánicos y rejillas –al más puro estilo Wall-E–; ahora es un robot futurista, cuyo diseño se ha puesto a la par de las interfaces más conceptuales que vemos en películas de ciencia ficción, es un robot menos raudo, más amable, pero no por ello menos potente –como EVA–. Y la experiencia que se genera de este nuevo diseño no puede ser mejor.
Viendo las capturas puede parecer que Tweetbot 3 ha perdido toda su personalidad (de hecho en la pantalla de multitarea y a cierta distancia podríamos confundir el nuevo Tweetbot con Twitterrific), pero solo necesitamos un par de minutos con ella para darnos cuenta de que sigue siendo una aplicación muy trabajada, una app en la que cada sonido, animación y efecto esta pensado hasta el más último detalle.
Los viejos sonidos, más típicos de una máquina que necesita engrasar su mecanismo, han sido eliminados y ahora se incorporan toda una nueva colección de efectos que acompañan cada movimiento que realizamos como si manejásemos el ordenador de Minority Report. Al principio puede parecernos extraño el sonido que emite el iPhone al movernos por la app, pero en cuestión de días nos acostumbraremos y volver a usar el viejo Tweetbot será como escuchar el motor de un 600 después de pasar el fin de semana en un Porsche.
Mark Jardine, diseñador de la app, ha sido de los primeros que ha trasladado a una aplicación no solo la aparente sencillez que muestra iOS 7, sino que ha sido el primero que ha tomado la nueva filosofía de Jony Ive: un sistema operativo que aunque aparenta ser plano, está compuesto por diferentes capas que dan una sensación de profundidad. Así es como lo describe Apple en su web:
“Las distintas capas funcionales ayudan a crear una sensación de profundidad y también a establecer un orden y una jerarquía.”
A diferencia de en iOS 7, Tweetbot no ha necesitado recurrir al efecto Parallax para conseguir este efecto de profundidad, sino que ha diseñado un sistema de capas en el que al aparecer ciertas opciones la pantalla principal (el timeline) se retira hacia el fondo y desde arriba deja pasar a distintos menús contextuales que aportan un gran dinamismo. Un buen ejemplo lo encontramos al pulsar sobre nuestro avatar para realizar un cambio de cuenta, también encontramos este efecto cuando mantenemos pulsado el dedo sobre un enlace y nos aparece el menú con el que elegiremos qué queremos realizar con ese enlace.
Junto con estos niveles de profundidad, las animaciones propias y las nuevas físicas que controlan estas son el verdadero elemento que nos transmite esta sensación de estar ante una interfaz del futuro y no ante una maquina chirriante. Además se las han ideado para juntar las animaciones y los niveles de tal forma que queden totalmente integrados y transmitan una sensación única. De entre todas las animaciones propias que se han incluido la que más me gusta, personalmente, es la forma en que se muestran y se dejan de mostrar las imágenes: Cuando pulsamos en una imagen, el TL se retira hacia atrás mientras que la imagen en sí avanza hacia el frente ampliándose desde su pequeño recuadro hasta ocupar toda la pantalla, para que una vez hayamos terminado de ver la imagen y queramos salir solo tengamos que tirar hacia un lado la imagen y el TL aparezca desde el fondo para ocupar de nuevo su lugar. La gracia de todo el proceso reside en la última parte, puesto que dependiendo de donde pongamos el dedo y la fuerza/velocidad con la que hagamos el gesto la imagen saldrá de la pantalla de una forma distinta. Es tal la optimización de estas animaciones que incluso en dispositivos antiguos como el iPhone 4 la aplicación se mueve con soltura.
De toda la interfaz, el único punto negativo es la forma en la que se maneja ahora el tamaño de la tipografía en Tweetbot. Mientras que en versiones anteriores se incluía un menú en el que elegir el tamaño de letra dentro de la propia aplicación, ahora este ajuste se hace desde el propio panel de ajustes de iOS, en la sección de accesibilidad. Este ajuste es una de las novedades de iOS 7, que nos permite elegir un tamaño de texto dinámico a nuestro gusto y que este sea el que se muestre por defecto a lo largo de todo el sistema y aplicaciones. El problema reside en que muchos prefieren tener un tamaño de letra menor en Tweetbot, para así mostrar más tuits, pero no en Mail o en iMessage. Sin embargo, este problema (según han anunciado los desarrolladores) va a ser solucionado en la próxima actualización de Tweetbot, manteniendo tanto la opción actual como la incluida en la versión 2.
Otra de las mejoras que se han incluido, con esta adaptación a iOS 7, es el refresco en segundo plano. Si bien en Tweetbot 2 contábamos con la posibilidad de recargar automáticamente el TL gracias al streaming vía WiFi, esto solo ocurría cuando teníamos la aplicación en pantalla. Ahora esto ha cambiado y aunque se mantiene el streaming, Tweetbot también descarga de forma automática los nuevos tuits incluso cuando tengamos el teléfono bloqueado o estemos en otra aplicación. De esta forma siempre tenemos el feed actualizado y listo para que lo leamos en esos cinco minutos de espera en el metro. Por supuesto, este refresco en segundo plano es inteligente por lo que cuando tengamos poca batería o mala conexión a internet reducirá las veces que actualiza el contenido para ser más eficiente.
Por suerte, y a diferencia de lo que ha ocurrido con iWork e iLife, una nueva versión totalmente rediseñada no ha significado la pérdida de funciones que antes teníamos, aunque algunas sí se han modificado, como las listas.
Si bien Tweetbot sigue pudiendo manejar las listas como ningún otro, el acceso a estas ha cambiado; en vez de estar en la barra superior del TL ahora se encuentra en uno de los botones inferiores (que siguen siendo configurables). Este cambio, que a muchos no les ha terminado de convencer, ha sido justificado por el diseñador:
"El antiguo botón se encontraba demasiado cerca de la barra de estado, por lo que muchos usuarios pulsaban sin querer esta en vez del botón de cambio de lista llevándoles sin querer hasta el inicio del timeline".
Esta nueva ubicación tiene sus pros y sus contras; si solo utilizamos una lista de forma complementaria a nuestro TL el cambio entre estos ahora es mucho más rápido, puesto que solo necesita un toque, mientras que si usamos varias listas el cambio será algo más lento puesto que necesitaremos una pulsación más para llegar al lugar deseado.
Lo que no ha cambiado es la sección de "Mute" o silencio. Para quienes no la conozcan, este apartado se encarga de filtrar de forma automática nuestro TL en base a unas palabras clave, servicios desde los que se publica el tuit e incluso hashtags que nosotros le hemos indicado. Esto se traduce en que un día de Barça-Madrid puedes seguir leyendo tranquilamente Twitter sin encontrarte con todos los comentarios del partido. Si somos un poco extremistas, incluso podríamos eliminar de nuestra vista todo el contenido publicado desde algún teléfono Android.
También se mantienen sospechosos habituales como las notificaciones push, que pueden ser personalizadas hasta el detalle en cada cuenta; la sincronización del timeline, bien por iCloud o por TweetMarker (ideal si usas distintas aplicaciones en distintos dispositivos); y las múltiples acciones para compartir enlaces, aunque aquí me hubiera gustado ver la posibilidad de tener dos servicios de leer después configurados al mismo tiempo.
Si nos fijamos en lo puramente técnico podríamos decir que Tweetbot 3 apenas supone un cambio sustancial sobre la versión anterior que justifique el ser una actualización de pago, sin embargo, el nuevo diseño ideado por Mark Jardine cambia totalmente la forma en la que nos relacionamos con la app. Es una nueva forma de disfrutar de Twitter, una nueva forma tan bien elaborada que prefiero leer los últimos tuits en mi iPhone antes que en mi iPad.