reportaje sobre los bitcoins. Continúa el artículo abajo

ace un par de años un amigo y conocido hacker me habló por primera vez de los bitcoins. En ese momento no entendí demasiado bien de que se trataba pero al día siguiente al llegar a la oficina comencé a investigar.  Incluso deje mi ordenador portátil “minando” con el objetivo de conseguir algún bitcoin. El proceso consumía tanta CPU que hacía que los ventiladores del Macbook Pro se aceleraran tanto que pronto desistí

de mi intento.

En esos primeros instantes me llamaba la atención el hecho de que fuera una moneda electrónica descentralizada y basada en un proceso criptográfico (criptomoneda). Destacar que en este breve artículo no pretendo explicar su funcionamiento técnico pero animo a todos los interesados a que lean la entrada de la Wikipedia que es realmente explicativa y si siguen interesados lean el libro “Bitcoin la moneda del futuro. Qué es, cómo funciona y por qué cambiará el mundo”

 

Después de unos días enredando y comentándolo con mis compañeros de trabajo perdí el interés sobre el asunto. Entre tanto seguía con mi trabajo. A los muchos meses de ese primer acercamiento a los bitcoins me escribió un mail uno de mis compañeros de trabajo con los que había compartido las primeras conversaciones sobre esta nueva moneda y que llevaba unos meses sin trabajar con nosotros. El mail básicamente decía: tíos comprar bitcoins porque van a subir mucho. En ese momento el bitcoin estaba a 70$.

Personalmente estaba pasando por una de las peores crisis financieras que he tenido nunca. No os voy a contar las penurias de montar una startup. El caso es que muy a mi pesar no pude comprar. Dos de mis compañeros sí que hicieron caso a nuestro antiguo colega y compraron a 70$. En el momento que escribo estas líneas el bitcoin está a unos 800$ y eso que ha pasado por varios altibajos importantes y su volatilidad es altísima.

 

Hasta este punto pretendía relatar con esta historia personal aquello de lo que se han hecho eco los medios de comunicación: la burbuja de los bitcoins, la moneda de los hackers, etc. Sin embrago la realidad de las criptomonedas es mucho más profunda.

 

Estamos hablando de una moneda descentralizada que no puede ser controlada por ningún gobierno. Es una moneda segura basada en complejos algoritmos criptográficos. Y es una moneda que no genera inflación puesto que se conoce de antemano el crecimiento que va a tener y el número de moneda final. Sería como volver al patrón oro, en este caso “al patrón oro digital” . En un momento donde la Reserva Federal y el Banco Central Europeo le han dado a la máquina de hacer dinero, generando inflación luego pérdida de poder adquisitivo, no se me ocurre un argumento mejor para la adopción de este nuevo sistema.

La moneda para ser considera como tal debe cumplir tres requisitos básicos: debe ser un medio de intercambio, que es fácil de almacenar y transportar; es una unidad contable, ya que permite medir y comparar el valor de productos y servicios que son muy distintos entre sí; y es un refugio de valor, que posibilita el ahorro. Como podéis observar bitcoin cumple con los tres requisitos. Si bien de entrada no creo que se esté utilizando tanto como moneda sino mas bien como elemento de especulación.

 

Para terminar la historia personal anterior decir que cuando el bitcoin estaba a unos 400$ y ya me había recuperado de mi crisis financiera quise comprar e hice una transferencia a uno de los exchanges disponibles en el mercado, en este caso a BTC-e. No diré la cifra exacta pero sí que la cantidad era importante. En la transferencia no indiqué correctamente en el asunto un código por el cual BTC-e es capaz de correlar automáticamente esa transferencia con mi cuenta creada previamente en BTC-e. El caso es que la transferencia se quedó en el limbo durante unos 15 días. Puse infinidad de incidencias a las que BTC-e nunca respondió. Finalmente tuve la suerte de que mi banco reclamó la transferencia y la pudo traer de vuelta. Total, que se me quitaron las ganas de especular con bitcoins. Aunque si la transferencia hubiera funcionado hubiera ganado un poco de dinero.

 

Con esto quiero decir que si bien es una moneda con todo el sentido del mundo y se empieza a aceptar en diferentes negocios, a día de hoy es más bien un elemento de especulación donde los diferentes exchanges, a mi modo de ver, no ofrecen las suficientes garantías. En un momento donde te puedes comprar unas zapatillas por Internet y sabes en cualquier instante dónde se encuentra el envío, no es de recibo que tratándose de importantes cantidades de dinero un exchange no dé el mínimo soporte e información al usuario.

 

Para finalizar, hay que decir que Internet propicia una sociedad descentralizada y conectada pear to pear, luego parece que más pronto que tarde la moneda que utilicemos será de la

misma manera.