Roku y chromecast. Continúa abajo el artículo

n los últimos años han sido muchos los pretendientes que le han salido a la televisión, y es que todas las marcas parecen empeñadas en revolucionar la forma en la que disfrutamos de nuestros programas y series favoritas.

Bien sea mediante el ya “obsoleto” 3D, el recién llegado 4K/UHD o la conexión a Internet, todas las marcas han intentado que renovemos nuestras teles para obtener una experiencia “mejor”. Sin embargo una tele no es un móvil, por lo que es muy poco habitual que la gran parte del mercado la renueve cada 2 ó 3 años solo para tener la siguiente “gran cosa” que salga al mercado. La gran parte de usuarios solo la cambia cuando ésta “explota” o deja de funcionar.

 

Viendo esta situación, muchos fabricantes se han lanzado a crear productos que mediante el pago de un precio no muy alto nos permiten mejorar nuestra televisión actual. Como es lógico ninguno de estos productos va a convertir nuestra tele en 3D o en 4K/UHD, pero sí puede dotarle de un “cerebro” algo más avanzado del que ya incorpora nuestra propia tele. Un cerebro externo, que por ejemplo nos permita navegar por la red, enviar por streaming vídeos de nuestro teléfono o disfrutar de nuestras series y películas favoritas a la carta.

 

Actualmente son muchas las alternativas, como ya habrás leído en otros artículos del Especial, pero en éste nos vamos a centrar en el Roku 3 y en el Chromecast.

Aunque no está disponible oficialmente en España, podemos adquirirlo a través de Amazon Inglaterra y que nos lo envíen a casa. Roku 3 es una de las opciones más interesantes y completas del mercado. Con un factor forma que recuerda al Apple TV, este dispositivo cuenta con las características habituales del sector: puerto Ethernet, WiFi N HDMI con salida 1080p y sonido surround 5.1/7.1… También se incluyen conexiones “no habituales”, como el puerto USB y la entrada para tarjetas Micro SD.

 

Mientras que la tarjeta Micro SD sirve únicamente para ampliar la capacidad de nuestro Roku, el puerto USB da algo más de juego y nos permite reproducir el contenido que se encuentre almacenado en él. Si bien este contenido no puede ser de cualquier formato, si es algo más versátil que el del Apple TV, puesto que podemos reproducir películas en MKV o mp4, música en AAC o MP3 y fotos en JPG o PNG.

 

El mando también es bastante único. A diferencia de la gran mayoría que envían la información por infrarrojos, el mando del Roku 3 lo hace mediante WiFi Direct, por lo que no necesitaremos estar apuntando al dispositivo para que este reciba la señal. Aunque lo que realmente le diferencia son sus capacidades de control y sus botones, muy similares al mando de la Nintendo Wii, que nos permiten jugar e interactuar con nuestro dispositivo de una forma distinta y a la vez familiar. El mando también incluye un puerto jack de 3,5 mm (el estándar de audio) que nos permite enchufar nuestros cascos favoritos y escuchar el sonido a través de ellos, silenciando el volumen de los altavoces de la televisión. Y si somos de no encontrar el mando, siempre nos queda controlar el dispositivo a través de su app para iPhone.

 

Otra diferencia de Roku frente al Apple TV son las apps o canales. A diferencia del dispositivo de Apple, Roku nos permite instalar y desinstalar los canales que queramos, y estos pueden ser creados por cualquier programador que lo desee, no solo los que Roku elija. Esto hace que contemos con una mayor variedad de opciones, aunque la gran mayoría se limitan a ser meros reproductores de servicios bajo demanda.

 

En general, el Roku 3 es un buen añadido para cualquier televisor, pero no es el que mejor se integra con el ecosistema Apple. Al no contar con AirPlay apenas hay formas de enviar contenido desde nuestro iPhone o iPad al televisor, y las pocas ocasiones en las que podemos hacerlo es de forma muy arcaica y no funciona todo lo bien que debería.

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Por unos meros 35 euros el Chromecast de Google es sin duda alguna el dispositivo más barato de toda la categoría de accesorios para nuestra televisión. Sin embargo, dicho precio también trae consigo una serie de limitaciones que no encontramos en otras alternativas.

 

A diferencia del resto, el Chromecast no tiene forma de caja sino de pendrive. Esto hace que en vez de quedar posado sobre la mesa en la que tengamos colocada la tele, quede escondido detrás de ésta. Una vez enchufado al puerto HDMI de nuestro televisor simplemente tendremos que conectarlo vía USB a un puerto de la propia tele o a un enchufe. Esto se debe a que de momento el HDMI es incapaz por sí mismo de transmitir corriente eléctrica. En general el diseño es bastante bueno y el hecho de que quede escondido puede ser un plus para aquellos que busquen quitar todos los trastos posibles del mueble de la tele.

 

Tan poco tamaño y un precio reducido traen consigo un hándicap en el funcionamiento. A diferencia del resto de alternativas, Chromecast solo es capaz de reproducir contenido de apps y servicios compatibles que emitan a través de Internet, o lo que es lo mismo, no podemos reproducir nuestros vídeos, fotos o películas directamente en el televisor sino que deberemos acudir a Youtube, algún servicio web de fotos o de streaming de películas. Actualmente en España solo contamos con 5 apps compatibles: Youtube, Google Play Movies, Google Play Music, Rdio y el servicio de streaming de la MLB (liga de baseball estadounidense).

 

Lo más cercano que encontramos a AirPlay es la capacidad de enviar una pestaña de Chrome al Chromecast, aunque esto solo funciona desde el ordenador y de nuevo nos encontramos con la limitación de que el contenido que estamos viendo en el televisor se encuentra almacenado en un servidor remoto y no en nada que poseamos, lo cual puede ser un hándicap para algunos pero no para otros.

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