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Cuando se anunció el cierre de Google Reader muchos lo calificaron como la sentencia de muerte para el RSS. Un año después el resultado no ha podido ser más opuesto. Puede que el RSS ya no tenga el público que tuvo antaño, sin embargo desde la muerte de Reader ha renacido con la llegada de nuevos servicios de sincronización y nuevos clientes que poco o nada tienen que ver con lo que teníamos anteriormente.
Sin embargo, con tantos clientes de RSS y sus cientos de características particulares, ¿Cómo elegimos con cual nos quedamos? ¿Qué hace a un cliente mejor que otro? Seguramente cada uno tenga su propia respuesta a estas preguntas (y probablemente no coincidan con la mía), pero para mí lo más importante es la experiencia de lectura. Necesito sentirme a gusto con la aplicación para poder leer de forma tranquila y relajada. Puede que muchos prefieran control, potencia y capacidad en su lector de RSS, pero de qué sirve todo eso si al final no acabas leyendo en la app.
Sí, no niego que no sean útiles todas estas opciones, pero el hecho de que sean “necesarias” da mucho que pensar. Para mí el RSS comenzó hace muchos años como un lugar a donde acudía varias veces al día para desconectar del mundo y leer con tranquilidad. Sin embargo, con el paso de los años esta tranquilidad dejó paso a una obligación. Visitar Google Reader ya no era un acto de placer, era un acto que había que hacer sí o sí para que los feeds no se acumulasen. Llego un punto en el que el RSS dejó de ser algo agradable. O al menos así lo era hasta que conocí Unread. Pero ¿cuál es la filosofía de Unread? Quizás sea mejor que deje que Jared Sinclair, su creador nos lo explique:
El RSS es un medio sin adornos. Es simplemente texto plano con algo de marcado. Esta simplicidad es una llamada a la buena escritura. No hay un mágico diseño web detrás. Las palabras del escritor se muestran desnudas. El RSS es una llamada a leer bien. La buena escritura merece lectores atentos. Con el RSS no hay nada más que una pieza de cristal entre tú y las palabras del escritor. O al menos eso es lo que debería ser. La mayoría de aplicaciones de RSS fueron dibujadas siguiendo la guía del email. Con desfiles ruidosos de puntos, fechas y tags que deambulan por las pantallas. Sus listas de fuentes parecen más bien una buzón de entrada repleto en vez de una tabla de contenido. Las barras de menú, repletas de opciones, oscurecen el texto. Usar estas apps parece un trabajo.
Creé Unread porque quise volver a un modo de lectura mucho más deliberado. Lo diseñé para largos periodos de lectura. Con una tipografía cálida y una interfaz escasa, te invita a leer como leíamos antes de caer en el mal hábito de olvido.
¿Hace Unread todas esas cosas que uno puede esperar de un típico lector de RSS? Claro. Pero no esperes una lista de características. Las características no nutren tu mente. Te recomendaría que no usases Unread si no estás interesado en podar tu lista de lectura. Unread puede manejar decenas de feeds y cientos de artículos sin problema, pero ¿por qué ibas a querer eso?
Dale a Unread la oportunidad de romper con los viejos hábitos de lectura. Deja que Twitter o App.net sean el lugar para los feeds sobrecargados y ruidosos. Deja que el RSS sea ese lugar donde prosperan los grandes escritores independientes. Escoge a tus escritores favoritos y lee lo que escriban de forma cercana y atenta.
Unread no se posiciona como una opción más dentro de los lectores de RSS en iOS, se posiciona como una alternativa a la forma en la que usamos el RSS y en la que leemos. Ya no se trata de pulsar de forma repetitiva el botón de siguiente, se trata de coger nuestro iPhone o iPad, sentarnos en un lugar cómodo y leer. Leer de forma concentrada, casi como lo haríamos con un libro o una revista. Se trata de disfrutar de cada una de las palabras que aparecen en nuestra pantalla. Para lograr esta sensación no solo se recurre a una interfaz minimalista, que más adelante analizaremos, si no que también se trabaja muy a fondo el comportamiento de la app y la forma en la que nos movemos por ella.
Leer para creer
El diseño de Unread podría ser considerado como uno de los máximos exponentes de iOS 7. Nada más abrir la aplicación nos encontramos con una pantalla que recuerda mucho a la cabecera de un periódico: con el nombre de la aplicación, su lema y la fecha. Un poco más abajo nos encontramos los distintos ajustes de la aplicación, que son básicamente los mismos que podemos encontrar en el resto de apps. Una vez elegimos qué cuenta queremos utilizar pasamos a la que a partir de ahora va a ser nuestra vista por defecto.
La pantalla en sí no tiene mucho misterio, es una simple lista en la que podemos elegir entre ver todos los artículos, solo los no-leídos, los guardados e incluso las categorías que nosotros hayamos creado y las suscripciones individuales. Personalmente el hecho de tener todo junto pero no mezclado es algo que me gusta especialmente, sobre todo cuando tengo un tiempo de lectura reducido y quiero ir a feeds muy concretos. Puede parecer un poco exagerado pararse a hablar sobre una simple lista, pero la forma en la que ésta se ha ejecutado nada tiene que ver con lo que nos podemos encontrar en otras aplicaciones, sean o no de RSS. La manera en la que se reparte el espacio, las líneas divisorias y las distintas tipografías hacen que tenga un toque especial, un toque que demuestra el cariño con el que se ha creado cada pantalla de la app.
Aunque personalmente la pantalla que más me gusta es la lista de artículos. En ella nos encontramos todo el contenido que se ha publicado recientemente en un aspecto que recuerda mucho a los breves de los periódicos; un titular en negrita, el medio/blog en rojo, la hora de publicación y un texto breve que describe el contenido de la noticia. Nada de favicons pixelados. Este diseño se diferencia bastante de lo que nos encontramos en alternativas como Reeder, en las que solo se incluye la primera frase del artículo. Puede parecer una nimiedad, pero supone un cambio importante en la forma en la que leemos. En vez de tener que entrar sí o sí para enterarnos bien de que va cada artículo e ir pasando de uno a otro, podemos ir leyendo como si de nuestro TL se tratase de qué va cada cosa y solo entrar a aquellos que nos interesan realmente.
Además, gracias a la opción de marcar como leídos los elementos que hemos visto en dicha lista, podemos librarnos de todos los pendientes en un periquete al mismo tiempo que leemos tranquilamente los que nos interesan. Y si no, una vez lleguemos abajo y hayamos leído lo que nos interesa podemos marcar todos como leídos con el gesto de empujar desde abajo hacia arriba la lista (igual que el de actualizar pero desde la parte baja). Si bien, como veremos más adelante, la vista de artículo (donde leemos el contenido) es una verdadera belleza, es esta pantalla la que supone un verdadero cambio en la forma en la que leemos RSS; ya no hay que pasar de artículo a artículo en la vista de contenido, ahora lo podemos hacer con la tranquilidad de saber que no nos vamos a perder nada desde la lista de artículos pendientes. Casi como haríamos en Twitter.
Eso no quiere decir que no podamos pasar de un artículo a otro mientras estamos leyendo, lo podemos hacer gracias al desplazamiento continuo que nos permite tirando un poco más de la parte baja o superior pasar al siguiente tema. Algo que funciona bastante bien, pero que es algo más lento que la típica flecha que nos encontramos en otras alternativas. En general la ventana de contenido no se diferencia mucho de la de la de lista de artículos pendientes. Ambas tienen una apariencia consistente y el único cambio lo encontramos en que en una aparece el artículo completo y en la otra solo aparece un adelanto.
Pese a estas pocas diferencias no es sino en la pantalla de lectura donde realmente disfrutamos de la tipografía. Escogida específicamente para facilitar las lecturas prolongadas en pantallas pequeñas, Whitney es una tipografía que irradia amor. Y todo gracias a lo cómoda que resulta la lectura en conjunción con la pantalla retina. Ha sido una elección tan acertada que lo más probable es que nunca echemos de menos la opción de cambiarla.
Si bien la tipografía y el tamaño de letra es algo que no podemos cambiar, sobre si esto esta bien o mal podríamos debatir horas, si podemos adaptar la apariencia o los temas de la aplicación. De inicio contamos con tres: día, noche y campfire (de tonos rojizos), aunque podemos ir desbloqueando más temas reproduciendo determinadas canciones en Música o teniendo instaladas algunas apps, tal y como hizo en su día Clear. Un juego divertido, aunque estaría bien tener la opción de no tener que jugarlo.
Control
Pero no todo es cuestión de cómo se ve, sino de cómo se siente en la mano al utilizarla. Y en eso Unread es sobresaliente gracias a los gestos. El hecho de utilizar un gesto no es solo cuestión de aparentar, es una cuestión de usabilidad. La mayoría de nosotros utilizamos principalmente nuestro iPhone con una sola mano, lo que significa que llegar a determinados puntos de la pantalla es muy difícil o incómodo. Aquellos botones situados en las esquinas inferiores y superiores requieren siempre que estiremos o encojamos nuestros dedos de forma antinatural con tal de llegar a nuestro objetivo. La consecuencia de esta incomodidad es muy simple: se rompe la magia. Nos descentramos, nos salimos de ese universo en el que nos habíamos inmerso al empezar nuestra lectura.
Para evitar estas interrupciones Jared Sinclair ha diseñado una área de acción, invisible por supuesto, a través de la cual podemos realizar los distintos gestos que nos llevarán de una pantalla a otra o nos muestren los menús contextuales de cada ventana. Menús a través de los cuales podemos compartir contenido, cambiar el tema o acceder al navegador integrado, todo deslizando nuestro dedo por la pantalla. Al principio cuesta un poco acostumbrarse, como me pasó con el gesto de volver atrás de iOS 7, pero en cuanto lo haces no vuelves a buscar un botón para volver atrás nunca más.
Si bien la mayor parte del tiempo nos moveremos por la interfaz deslizando el dedo, hay ocasiones en las que es mejor utilizar un menú de opciones. El menú, que nada tiene que ver con lo que nos podemos encontrar en otras apps, puede ser desplegado mediante dos formas distintas: deslizando el dedo desde la parte derecha de la interfaz o manteniendo pulsado alguno de los artículos. Como digo el menú ha sido diseñado por el propio Jared Sinclair y cambia su contenido según el contexto, aunque principalmente nos permite cambiar el tema, acceder al navegador y compartir el contenido. Visto lo bien construido que está y que es open source no me importaría ver dicho menú en otras apps.
Por último, no puedo dejar de lado el navegador integrado, que si bien es algo que se incluye en todas las apps de RSS, en esta app se ha desarrollado de una forma un tanto diferente. Y es que el navegador se comporta de forma independiente, como ocurre en Editorial por ejemplo, de manera que si dejamos una página abierta al salir, al volver nos la volveremos a encontrar. Algo que puede ser útil para cuando queremos dejar una página para después y mientras seguir leyendo nuestro feed. Aun así, esto supone que al abrir un enlace nuevo la app tarde un poco más en cargar puesto que ya tenía otra abierta, pero no es nada grave ni algo que nos debiera preocupar.
Conclusiones
Como hemos visto a lo largo del análisis, Unread no solo se ha posicionado como una alternativa a los lectores de RSS, sino que también se ha posicionado como una manera diferente de leer. Nos propone dejar de lado el estrés de dejar la lista de artículos pendientes a cero y que optemos por una lectura más relajada en la que lo importante no es ojear cientos de publicaciones, sino disfrutar de unos pocos artículos de calidad.
Puede que esto no sea para todo el mundo, pero incluso para aquellos que no quieran seguir esta nueva filosofía de lectura, Unread puede ser una alternativa genial. Desde luego a mí me ha ganado.