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Cuando Microsoft publicó en el Mac App Store su nueva versión de One Note la sorpresa entre los geeks fue inmediata. Después de años menospreciando la plataforma y sacando paquetes de software como Office 2008, que más bien parecían una broma pesada, parece que el cambio de CEO ha traído tiempos de cambio; buena prueba de ello son las versiones para iPad de Office y la aplicación que vamos a analizar en las siguientes líneas.
Si bien muchos comparan a OneNote con Evernote, en la práctica ambos productos son radicalmente distintos. Puede que ambos quieran que almacenemos nuestras notas en él, pero la forma en la que nos ofrecen hacerlo es muy distinta. Mientras que Evernote nos ofrece una app de notas en la que la estructura está predefinida y es muy similar a la que nos podemos encontrar en cualquier app de escritura, OneNote apuesta por una estructura totalmente libre en la que el usuario puede decidir donde escribir, añadir tablas o material multimedia sin ninguna restricción. Esta pequeña diferencia hace que la alternativa de Microsoft sea lo más parecido a un cuaderno de notas digital que nos podemos encontrar en OS X, lo cual, como veremos más adelante, tiene sus ventajas e inconvenientes.
Sin embargo, el mayor reto de Microsoft con OneNote no es convencer a los usuarios de que su sistema es mejor, sino de que la gran mayoría de usuarios que crea documentos de Word para tomar notas empiece a utilizar una app de notas dedicadas.
Diseño
El hecho de que OneNote ofrezca un lienzo en blanco para que tomemos notas condiciona y mucho la interfaz. Acostumbrados a que la zona en la que tomamos notas ocupe un espacio pequeño en comparación al resto de la interfaz, en OneNote ocurre todo lo contrario: el lienzo donde tomamos notas y apuntes cobra protagonismo ocupando la mayor parte de la interfaz dejando la parte superior a unos ajustes que pueden ser ocultados y al selector de libretas.
La parte superior está muy bien pensada; cuando nos encontramos tomando notas de forma rápida en una clase podemos acceder en un periquete a las opciones de formato que necesitemos de manera que una vez acostumbrados el proceso es muy rápido. Algo a lo que ayuda sin duda la gran colección de atajos de teclado con los que cuenta la app. Esta curva de aprendizaje será mínima para cualquier usuario que haya usado Office alguna vez en su vida, puesto que la barra de ajustes es la misma que nos encontramos en aplicaciones como Word o Excel.
Sin embargo, pese a contar con elementos tan Windows como éste, OneNote es app nacida por y para OS X. Algo que demuestra tanto en el diseño exterior, que se adapta genial tanto a la interfaz de Mavericks como a la de Yosemite, como en el código, utilizando todas y cada una de las tecnologías nativas que ofrece Apple (¡incluso se distribuye a través del App Store!).
Características
El hecho de usar las tecnologías nativas de OS X no es solo algo que quede bien sobre el papel, sino que se nota en el uso diario. Solo tenemos que comparar el rendimiento y la respuesta que ofrece OneNote en tareas pesadas con el rendimiento de Word en la versión de Office 2008 para Mac.
Como he dicho antes, Microsoft quiere acercarnos al máximo posible el concepto de cuadernos de notas, por lo que la estructura de organización de OneNote es algo distinta a lo que nos encontramos en otras apps. Todo empieza con las libretas o cuadernos, yo en mi caso he creado una personal y otra para la universidad. Dentro de estas libretas nos encontramos las secciones, de las cuales es recomendable crear una por cada asignatura o tema. En este sentido es un buen detalle que podamos agrupar varias secciones, de manera que podamos tener bajo un mismo techo todas las asignaturas de un cuatrimestre o un curso. Por último, dentro de cada sección nos encontramos con las páginas, que a diferencia de las de un cuaderno son infinitas. Es en estas últimas donde escribimos y almacenamos todo el contenido.
Dicho contenido no tiene por qué tener una estructura fija, por lo que podemos empezar a escribir en una parte del lienzo y continuar más adelante donde queramos, habiendo situado entre medias un par de fotos y algún que otro archivo. De esta forma podemos crear estructuras complejas que hasta ahora solo podíamos hacer con mucho tiempo en una app de notas normal o en un cuaderno tradicional. Esta libertad es un gran pro a la hora de usar la app, sin embargo si no nos tomamos el tiempo necesario para organizar todo de una manera legible podemos acabar con una maraña de información que nadie va a entender.
En cuanto al contenido que podemos añadir, las limitaciones son más bien pocas. Desde textos, enlaces y tablas hasta imágenes, PDFs y archivos adjuntos todos tienen hueco en OneNote, de manera que la narrativa que podemos crear a la hora de tomar notas es tan personalizable como nuestra imaginación lo permita. Un buen detalle que nos permite organizar mejor nuestros apuntes es la posibilidad de personalizar los campos de texto según su naturaleza (dirección, tareas, contacto, contraseña…), de manera que podamos diferenciarlos con facilidad.
Si bien al inicio puede ser relativamente sencillo encontrar lo que buscamos, con el paso del tiempo esto se complica al mismo ritmo que nuestras notas crecen. Para ello es imprescindible que cualquier app de notas cuente con un buen buscador que encuentre lo que queremos en pocos segundos. Viniendo de Microsoft uno se puede esperar que el buscador sea tan inútil como el que nos encontramos en Windows, pero la realidad es totalmente distinta; el sistema de búsqueda es muy preciso y rápido, y pese a no ser igual de bueno que el de Evernote no deja nada que desear.
Por último, no podía faltar la sincronización en la nube. Requisito imprescindible desde que la era Post-Pc puso varios gadgets en nuestras manos, OneNote recurre a la nube de Microsoft, OneDrive, para tener todas nuestras notas sincronizadas y a salvo en la red. De esta forma conseguimos acceder a toda esta información no solo en iOS, sino también en otros sistemas operativos. Pero ahí no quedan todas las ventajas; gracias a OneDrive no solo podemos sincronizar las notas, sino que también podremos compartirlas y editarlas al mismo tiempo con varias personas. Teniendo en cuenta estas características es de entender que Microsoft no ofrezca ninguna alternativa a OneDrive, ni siquiera la opción de no usar ningún servicio de sincronización.
Conclusiones
Vista la apuesta que Microsoft ha hecho por OneNote no cabe duda de que se lo va a poner muy difícil a Evernote. Tras la llegada de Office al iPad y la creación de esta app, parece que Microsoft por fin se está tomando en serio a OS X. Ojalá la llegada de Staya Nadella suponga que por fin los usuarios de OS X tengamos una versión de Office decente y no la broma de Office 2008 para Mac.
En cuanto a OneNote, personalmente sigo prefiriendo Evernote (algo mejor adaptado al iPhone), pero aquellos que estén acostumbrados a tomar notas en cuadernos de papel se sentirán como en casa; la app cuenta con el equilibrio perfecto entre el mundo digital y el analógico.