omo ya hice en el número de febrero del año pasado con Amnesia, este mes te traigo un juego para los amantes del terror psicológico. Five Nights at Freddy’s parte de un planteamiento muy sencillo y no pasará a la historia por destacar en ninguno de sus apartados, pero a mí me parece muy original y no había jugado a nada similar.
En el juego nos ponemos en el pellejo del nuevo guarda de seguridad del turno de noche en el Freddy Frazbear’s Pizza, conocido restaurante por sus espectáculos con muñecos animatrónicos. En la primera noche, nuestro predecesor nos pondrá al tanto de las condiciones laborales. Los muñecos no se apagan y tienen libertad para moverse por el local y así evitar que sus servomotores se averíen. Durante el día ya no se permite su libre circulación después de unos extraños sucesos sin resolver, con desapariciones de niños incluidas. Desde la empresa se lavan las manos si algo sucede y nos avisan de que si uno de los robots se encuentra frente a frente con un humano, el desenlace será fatal. Éste creería estar ante un animatronic sin carcasa y se la pondría a la fuerza, llevándole inevitablemente a la muerte.
Nuestra jornada laboral comienza a medianoche y se prolonga hasta las seis de la mañana. No podemos salir del cuarto y lo único a lo que tenemos acceso es a un panel con 11 cámaras de seguridad, y el control sobre las dos puertas laterales y sus correspondientes luces. Por recortes en el presupuesto disponemos de poca energía y manipular cualquiera de esos elementos, hace disminuir ésta. Las cámaras están ubicadas en distintas estancias del restaurante y no tenemos control sobre su movimiento, lo único que se nos permite es cambiar de una a otra en su visionado. Contado parece menos, pero te aseguro que el estado de indefensión y miedo que provoca es tremendo.
Comenzamos la noche viendo cómo los aparentemente inofensivos muñecos permanecen inmóviles, pero tras hacer la ronda y volver a esa cámara quizás ya echemos en falta a alguno, empieza el pánico. Desde ese momento nuestro repaso se volverá precipitado intentando saber dónde está el ausente, mientras el sonido contribuye a crear una atmósfera de primitivo horror. ¿A quién no le daba pánico Chucky el muñeco diabólico? A mí mucho.
El juego es una aventura indie point-and-click de terror con escenarios pre-renderizados. No esperes un apartado gráfico de campanillas y de ahí el mérito, con muy poco consigue mucho. Con el inconveniente de la falta de energía no podremos claro está, ni tener toda la noche cerradas las puertas, ni estar constantemente mirando las cámaras y ya por incordiar aún más, ni dejar encendidas las luces laterales de entrada a la garita, pues no llegaríamos con corriente al final de la jornada y estaríamos muertos.
Como indica el título deberemos sobrevivir 5 noches, cosa que no es fácil, y si lo conseguimos seremos recompensados con algunos extras. Cada jornada laboral viene a durar unos 5-7 minutos aproximadamente. Sí, es un juego aparentemente corto pero que se puede hacer muy largo.
Five Nights at Freddy’s no se convertirá en el juego del año, pero merece la pena echarle un vistazo, pues propone algo distinto entre tanto refrito e imitaciones que a veces saturan las tiendas, tanto de Apple como de Google. Dispone de voces en inglés y carece de subtítulos, aunque no es muy necesario. Muy recomendable jugarlo con auriculares para conseguir la inmersión total.
El juego está disponible en el App Store y en Google Play y se ha anunciado que está en desarrollo una segunda entrega.