ipad mini 3: la novedad con aroma a despedida
A
la mayoría de quienes nos movemos en el mundillo de los gadgets habidos y por haber, se nos dibuja una sonrisilla cuando recordamos de manera entrañable la presentación del iPad, el tablet que marcó un antes y un después en esta familia de productos, de la mano de aquel singular señor de cuello alto negro y vaqueros.
El iPad mini original, un producto que seducía por su aspecto pero que cuyos genes se remontaban a su tatarabuelo el iPad 2

Pero no todo eran sonrisas, no. Cierto grupo no conformista tuvo que esperar a que Apple materializase su producto deseado hasta la cuarta generación del iPad, cuando se presentó su versión de tamaño más contenido, el iPad mini, que invertía el número de pulgadas de su hermano mayor montando una pantalla de 7.9". Un producto que seducía por su aspecto pero que cuyos genes se remontaban a su tatarabuelo el iPad 2, lo cual en cierto modo, y puede que para quienes buscamos los tres chips al trasto, dejaba al niño bonito de Cupertino como un producto “test" en cuya sombra se dibujaba una no muy lejana fecha de caducidad.

 

Y vino el iPad mini 2. Perdón, retina display (RD), porque ése es su apellido y su mejora más llamativa, que no la más importante; porque, como el sheriff que silencia el saloon con un disparo al techo, el mini RD tenía espíritu de grande, de Air concretamente, con sus mismos componentes. El iPad mini killer, y la implícita prueba de tamaño junior de que el renovado iOS 7 necesitaba algún número más en esa A serigrafiada en su procesador para ser movido satisfactoriamente.

 

Apple, con el deber preestablecido de renovar anualmente (o antes) sus gadgets, se acomoda en 2014 pudiendo esconder su tablet premium tras un lápiz (lijado) y con un 8” aparentemente top. Tras la presentación de sendas iteraciones, ¿ha cumplido las expectativas?

¿Quién le ha dicho lo de su fiesta sorpresa?
El iPad mini 3 se
baja del tren de compartir componentes con su homólogo senior. Es el iPad mini 2 con TouchID

Justo el día anterior de la keynote de Apple, y con el Nexus 6 recién presentado, se filtraba una imagen de los dos nuevos iPads y parte de las novedades que incorporarían, lo cual tuvo una reacción dual: por una parte se pensó que era una sutil venganza para aguarle el día a Google (demasiada casualidad), y por otra dio pie a que se pensase en la poca innovación del iPad mini 3 con respecto a su predecesor. Temor que en parte se confirmó; el iPad mini 3 se baja del tren de compartir componentes con su homólogo senior y mantiene procesador, coprocesador y demás hardware respecto al año pasado: es el iPad mini 2 con TouchID.

No se puede redondear lo redondo

Cuando algo no tiene salientes ni astillas, no hay nada que limar, y hasta ahí de acuerdo, sí. Pero por muy pulidos y deliciosamente curvados que sean los bordes del iPad mini, no es un producto redondo, y sus astillas salen con el uso. iOS 7 fue un sistema prematuro y algo caótico que en cierto modo sirvió para esbozar lo que parece que se esté acuñando con el último movimiento de los de Cupertino para este adorable miembro de su familia. La aparentemente patente insuficiencia de hardware se ha mantenido en el mini mientras que el iPad Air 2 se consolida como el tablet de referencia, más aún a medida que se van conociendo detalles demoledores de su corazón de silicio. El iPad mini 3, en cambio, tiene la única y poco potente baza del aclamado sensor de huellas.

Un abanico tricolor

La gama mini de tablets Apple queda de la siguiente manera:

La única ventaja que presenta el iPad mini 3 con respecto al 2 es la comodidad de desbloquear o comprar apps con el TouchID

“Y, entonces, de todos estos, si no tengo iPad mini y quiero uno, ¿cuál me compro?” Bien, para mí la respuesta es obvia, y creo que se deduce tras lo leído. Siendo lo más objetiva posible: gana el “ni tanto ni tan poco”, el iPad mini 2. El iPad mini (1ª generación) ha ido muriendo paulatinamente desde el establecimiento de iOS 7, por lo que a medida que se instalen las posteriores y más exigentes actualizaciones de software será probablemente en detrimento de su rendimiento. Y la única ventaja que presenta el iPad mini 3 con respecto al 2 es la comodidad de desbloquear o comprar apps con el TouchID, y, aunque poco a poco este sensor cobre protagonismo y utilidad en los iDevices, desde mi humilde punto de vista creo que la diferencia de precio no lo compensa.

 

La capacidad va a ser, junto con el dinero, el motivo de decisión. Cook y su gente han tomado la misma determinación que con los últimos iPhones y han eliminado la (para mí) ideal capacidad de 32 Gb en sus últimos tablets, lo cual aún deja como mejor opción un iPad mini 2 de 32 Gb, que aún resulta algo más económico que el 3 de 16 Gb. Capacidad ésta, por cierto, descartada para mí y creo que para quienes ya tienen contacto previo con iOS, salvo que tengas un autocontrol absoluto y sepas que no almacenarás nada en local, porque ya se encarga el sistema de adjudicarse buena parte del espacio disponible desde el instante cero (unos 6 Gb, en mi última restauración completa).

Aplico la misma lógica ante la cuestión de si compensa pasar de un iPad mini 1/2 a un 3. Igual que pensé que no compensaba pasar de un iPhone 5 a un 5s (aunque no predicase con el ejemplo), creo que en este caso tampoco. ¿Una buena ocasión para jubilar el iPad mini original? Desde luego, pero salvo que ansies un dorso dorado o priorices el desbloqueo mágico con el TouchID sobre todas las cosas, ya sabes cuál es la mejor opción a mi juicio.

¿Cuál es la jugada de Apple con la línea mini?
A veces, las segundas partes, son más que buenas, son las mejores

No es un jaque mate (sabemos que de esos sabe hacer perfectamente), pero quizás sea un jaque pastor; el iPad Air 2, cual reina absoluta, y el iPhone 6 Plus, como atrevido alfil, tienen a tiro al iPad mini (al producto), al que fue rey en su salida, rey de la seducción, con su elegancia contenida en 20 centímetros y sus accesorios tan chic. Veremos si ese posible broche final, el TouchID y el modelo dorado, son suficiente reclamo para crear el “efecto Apple”, las colas o reservas imposibles como ocurre casi habitualmente. Y más aún tras conocer los resultados de ventas de Apple del pasado año, en los que precisamente iPods e iPads se llevan el quesito más pequeño.

 

Apple ha movido ficha y ahora nos toca a nosotros mover. Si apostar por una gama de cuestionable demanda cuya lógica se mantiene, a mi parecer, por un sólo modelo y cuyo software a veces parece ya no ir cogido de la mano de la actualización. Una decisión clara si el tamaño que buscas es un tablet de 7,9”, más clara aún si no te importa llegar a 9,7”.

 

A veces, las segundas partes, son más que buenas, son las mejores.