El iMac 5K se ha convertido en el mejor monitor que existe en el mercado gracias a su más que excelente resolución sumada al increíble y finísimo diseño que contiene 24 capas concentradas en tan solo 1,4 mm de grosor. El objeto de deseo de cualquier usuario de ordenadores Apple. Pero ojo, el iMac retina no se puede usar como monitor externo. Recuérdalo.
En su documentación, Apple habla de 14,7 millones de píxeles en la pantalla de esta maravilla de la tecnología, con una resolución nativa de 5.120 x 2880 puntos y una correspondencia de color excelente, además de ofrecer un contraste, luminosidad y ángulos de visión que harán las delicias de cualquier usuario, profesional o aficionado.
Con todos estos números encima de la mesa, ¿por qué Apple ha apostado por esta calidad? Porque si trabajas con edición de vídeo a 4K podrás editarlo a su plena resolución y, además, podrás mantener una interfaz mínima suficiente de tu programa de edición, como Final Cut. Eso sí, obviamente si editas vídeo en 5K y quieres mantener interfaz del programa de edición podrás mostrar el vídeo a un máximo de 80%.
Este iMac ofrece configuraciones ya pensadas, evidentemente, para soportar tal resolución sin tener problemas. Incluso en algunos tests que corren por internet hemos podido comprobar que el rendimiento es superior al del Mac Pro básico.
Eso sí, te recomendamos ampliar la memoria RAM a lo que tu bolsillo dé de sí para evitar algunos molestos –y pequeños– saltos si lo tuyo va a ser la edición de vídeo a 4K. En este modelo de iMac sigue siendo posible la ampliación por parte del usuario de la memoria RAM. Así que podremos ampliarla en un futuro sin problemas –ni soldaduras–.
Así es, además de la espectacular pantalla del nuevo iMac 5K, este incorpora entre otras cosas conectividad 802.11ac, con la que podremos transmitir datos hasta a 1 Gbps.
3 puertos USB 3.0 y 2 puertos Thunderbolt, junto a la ranura SD, toma de auriculares y entrada de audio y conexión ethernet es lo que encontraremos en la parte posterior de esta belleza.
Aquí ya entramos en una parte más delicada, puesto que este ordenador está enfocado a un público concreto, aquel que necesite de una resolución así para temas multimedia o de edición. Eso sí, sin necesitar un rendimiento extremo, puesto que la gran diferencia entre un Mac Pro y un iMac es que el primero usa sus dos gráficas (una para dibujar la interfaz de usuario y la segunda para cálculos OpenCL) mientras que el iMac con una única GPU realiza las dos tareas, lo que de alguna manera verá penalizado su rendimiento.
A pesar de ser un equipo específico es cierto que el iMac 5K es el equipo deseado por cualquier maquero, tanto por prestaciones como por su atractivo precio. No pasarán muchos años hasta que todos los iMac que fabrique Apple vengan con una resolución de 5K de serie. Sólo es cuestión de tiempo.
