Hemos probado: My Cloud. Continúa abajo el análisis
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Es común que, en la actualidad, cada uno de nosotros dispongamos de al menos un par de dispositivos, ya sea para nuestro trabajo, nuestro ocio, o la combinación de ambos. Sin embargo, no siempre disponemos de la información necesaria en el dispositivo deseado, o a veces sencillamente, sin darnos cuenta, hemos acabado con el espacio de almacenamiento de éste, algo más que un imprevisto cuando, además, se trata de uno de los dispositivos sin posibilidad de ampliación por ausencia de ranura microSD (iPhones, Nexus y otros).

 

A veces basta con tirar de alguna de las actuales soluciones de almacenamiento en la nube, pero, ¿qué ocurre si tampoco disponemos de conexión a internet? Para éste y los demás casos SanDisk nos trae la unidad flash inalámbrica SanDisk Connect (WFD). La hemos probado y te contamos qué tal.

 

Diseño y materiales

Se trata de un stick USB, por lo que tanto su forma como su tamaño recuerda a los pendrives de almacenamiento. Llama la atención su ligero peso, lo cual, en este caso, no es signo de una calidad inferior de los materiales. De color negro y combinando superficies mates y con brillo, la ranura para la microSD queda a un lado (tapada por una pequeña cubierta), presentando el botón de activación en un frontal y con la conexión de alimentación/datos (USB) en el otro extremo, cubierta por una tapa deslizante. En el otro extremo, hay 2 agujeros que posibilitan enganchar alguna cinta o aro para llevar al cuello o de llavero.

 

Utilidad

Su principal característica es crear una red inalámbrica (sin necesidad de internet) a la que pueden conectarse hasta 8 dispositivos (con conexión wifi) y disponer del espacio de almacenamiento que tenga la tarjeta microSD que hayamos insertado en él. A esta wifi, que por defecto viene sin contraseña y con el producto de SSID, se conecta como si se tratase de una conexión de internet inalámbrica.

 

Para hacer uso del almacenamiento, así como modificar los parámetros de la red, tendremos que instalar la app (disponible de manera gratuita en la App Store y Google Play), o bien acceder desde el navegador con la dirección www.sandisk.com/WFD. Las apps, actualizadas por última vez en julio de 2014, muestran una interfaz bastante intuitiva que nos recuerda a otras de uso similar como Dropbox. Con la posibilidad de crear carpetas, subir y descargar archivos, aunque la versión de navegador es menos completa, ofreciendo solamente la posibilidad de crear o eliminar directorios y modificar los parámetros de la red de la unidad. Es por esto que, si disponemos de ordenador, sea más práctico trabajar con la unidad conectada por USB, es decir, como almacenamiento convencional, y trabajar, si es el caso, con la red del WFD con el resto de aparatos.

 

A su vez, las apps permiten visualizar y reproducir el contenido de la unidad en las mismas, ya sea música, imágenes o vídeos, y tanto navegación como reproducción son rápidas. En cuanto a la velocidad de transmisión, ronda los 1,6 Mb/s de subida (los vídeos, además, los comprime) y los 1,2 Mb/s de descarga al dispositivo.

 

Conclusión

La portabilidad y relativa universalidad del Sandisk WFD hacen que resulte una herramienta útil en los casos que comentábamos en la introducción, es decir, si sueles necesitar compartir gran cantidad de volumen de datos entre tus dispositivos (si es poco volumen y circunstancial no compensa), bien por tus tareas o por liberar algo de espacio de éstos. Lo puedes encontrar con microSD de 16 Gb, 32 Gb ó 64 Gb desde unos 40€, si bien puedes cambiar la tarjeta en el momento que necesites más almacenamiento.

 

A mejorar: la utilidad de navegador en PC/Mac para poder mover archivos desde y hasta éste.

por Asier García. Vídeo realizado por Rubén Fontela

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