P. Hay mucho debate en torno a la figura del emprendedor. ¿Nace o se hace? Con tan solo 14 años le diste forma a tu primer proyecto. Luego llegó Redondea, una herramienta que permitía a los músicos organizar sus giras sin intermediarios. Más tarde te centraste en la organización de eventos como Campus Party o iWeekend. En tu caso parece que se nace así, ¿o es que ocurre algo en tu adolescencia que haga saltar esa chispa inquieta?
R. Yo creo que, como todo, son las circunstancias en la vida de cada uno lo que te llevan a comportarte de una manera u otra. Creo que nuestro entorno familiar y social nos condiciona y el sentimiento de “inconformidad” con el mundo y la curiosidad por aprender cosas nuevas es algo que debes tener. Una vez tienes eso, todo lo demás es mucho más fácil, y solamente se trata de luchar en el día a día para conseguir tus objetivos.
En mi caso siempre he tenido la suerte de tener el apoyo de mi familia y mis amigos para perseguir mis ideas y aprender de mis errores e iterar. Pocas veces lo haces bien a la primera.
P. Aún siendo menor de edad conociste a Bernardo Hernández (actual director de Flickr) tras convencerle de que ofreciese una conferencia en Castellón. Luego él te convenció a ti para que le acompañaras a Silicon Valley. ¿Cómo fue esa experiencia?
R. Organicé una conferencia a la que invité a Bernardo Hernández, y como bien dices me ofreció trabajar para varias de sus compañías. En mi opinión, creo que es muy importante tener una guía en tu vida y coger un poco de experiencia, para no equivocarte en los errores que no tienen vuelta atrás (por desgracia, estos son pocos, pero muy dañinos si no haces bien las cosas desde el principio cuando piensas montar una compañía). Estas y otras cosas son las que aprendí trabajando para Bernardo: capital riesgo, invertir en compañías, ser estructurado y llevar a cabo proyectos concretos bajo objetivos, montar equipos, trabajar en producto. Aprendí a manejar e interactuar con personas de todo tipo y edades. Vivir en una ciudad como San Francisco, donde el mundo gira alrededor de los emprendedores y las startups, te hace salir de ahí con una sola misión: crear la tuya. Y así hice.
P. ¿Las mejores lecciones las dan los fracasos?
R. Creo que las dan por igual los fracasos y los triunfos. Igual que en los deportes hay que saber perder, pero también hay que saber ganar e identificar qué hiciste bien para poder replicarlo en futuras ocasiones.
P. ¿Cómo surgió la idea de Fever?
R. Me mudé a San Francisco con 17 años. La edad mínima para salir a garitos en San Francisco es de 21. Constantemente intentaba conseguir que amigos me colaran y buscaba planes alternativos (por ejemplo, fiestas en casas. Ahí no te pedía el ID nadie). No había ninguna plataforma que ofreciera algo personalizado, solo podías meterte a buscar entre cantidad de planes en los que te perdías y te quedabas sin ganas de hacer nada. Hoy en día no existe ninguna plataforma que responda al problema de: Tengo tiempo, quiero hacer algo, ¿qué puedo hacer hoy? Fever soluciona justo esto.
P. Madrid, Barcelona, Nueva York, Valencia, Málaga, Sevilla… ¿Cuáles serán las siguientes?
R. Estamos abriendo una ciudad más en Europa y otra en Estados Unidos.
P. El mes pasado pude entrevistar a Javier Soto, de Twitter, a quien le preguntaba si estamos viviendo una época dorada tecnológicamente hablando. ¿Es así?
R. Conozco muy bien a Javi, y creo que es una de las personas más inteligentes que he conocido. La sociedad cambia continuamente y sus necesidades también. Ahora casi todas las necesidades se pueden satisfacer a través de Internet o un app. Creo que, como bien dice Javi, hay una ventana de oportunidad que debemos
aprovechar, y que todavía quedan muchos “huecos” por rellenar. Eso es bueno.
P. ¿Ves utilidad real en los smartwatches? ¿Será un dispositivo que nos ayudará en nuestro día a día con el consiguiente “boom” en ventas o pasará sin pena ni gloria por el mercado?
R. La verdad es que no tengo una opinión formada sobre los smartwatches. De momento, nunca he sentido la curiosidad de llevar uno, porque consideraba que era un capricho, pero quizás esto cambie con el Apple Watch y muchos otros que están
por salir.
P. En muchas ocasiones te he leído y escuchado decir “hay que echarle mucho morro”. ¿Cuánto morro le has echado para que Fever esté donde está actualmente? Sé que hay muchas anécdotas :-)
R. Pues en general, lo que quiero decir con esa expresión, es que creo que como emprendedor es que debes luchar por aquello que consideras que es justo y por tus ideas. Mucha gente te dirá que estás loco y que no puedes hacerlo, pero si no les haces caso e iteras sobre tu idea, al final siempre consigues lo que te propones.
Nosotros hemos pasado por muchas etapas, distintas personas e iteraciones, y gracias al trabajo de todas y cada una de las personas en su conjunto, hemos conseguido crear un producto como Fever. Y pese a que todavía tenemos muchas cosas que mejorar, me siento orgulloso
de ello.
P. “¿Por qué no se me ocurrió a mí?” Como gran amante de la música y
emprendedor, ¿eso piensas cuando ves el ejemplo de Spotify?
R. Jaja, ¡eso debe pensarlo mucha gente! Pero no es sano pensar así, hay que tomar ejemplo, aprender de lo que hacen otros y ver dónde se puede hacer otro “Spotify”. Por lo general, creo que las ideas no valen nada y lo que importa es la ejecución, por lo que cuando te dicen aquello de “esta idea ya la tuve yo”, siempre les puedes decir “haberlo montado :)”