Al situarnos en la casilla de un formulario para escribir una contraseña, automáticamente nos cambia el teclado que estemos usando y nos pone el de iOS.
La primera sorpresa que nos llevamos al instalar los primeros teclados, justo después del anuncio de Apple, fue el mensaje que nos preguntaba si queríamos permitir el acceso total al teclado que estábamos instalando. Y nos lo preguntaba porque Apple creyó, con muy buen criterio por cierto, que debíamos saber que el acceso total permitía (y permite) al desarrollador del teclado transmitir todo lo que escribamos, incluso todo lo que hayamos escrito anteriormente con ese teclado: tarjetas de crédito, direcciones postales y demás información sensible o delicada se envían al desarrollador junto al resto de palabras que tecleemos. Eso sí, excepto las contraseñas. La sabia limitación que impuso Apple es que al situarnos en la casilla de un formulario para escribir una contraseña, automáticamente nos cambia el teclado que estemos usando y nos pone el de iOS.
Y aquí vinieron las primeras "bajas". Y es que muchos usuarios decidimos que con que Apple tenga si quiere todo lo que escribamos es suficiente, para qué enviar más datos privados a quién sabe quién.
Evidentemente horas tardaron los desarrolladores en salir al escenario para dar su palabra de que la información que recibían era sólo para el correcto funcionamiento del teclado. Y algunos decidieron seguir usando teclados de terceros al más puro estilo Android.
De la cantidad de teclados que salieron de golpe, algunos de los cuales nos permitían tener un teclado de color rosa, un teclado sólo de emoticonos, un teclado para crear dibujos o para enviar GIFS animados, pronto los usuarios hicieron una criba seleccionando y usando aquellos más interesantes.
Entre los ganadores de esa criba encontramos teclados que, sinceramente, nos aportan funciones extra de lo más interesante.
Nos permite escribir mediante abreviaturas que previamente hemos configurado, como por ejemplo, escribir "Tlf" y que nos aparezca el número de teléfono para evitar tener
que escribirlo.
Permite a los usuarios de un iPhone 6 Plus la posibilidad de escribir con una sola mano gracias a poder desplazarlo hacia un lado o a otro. Comentar como curiosidad que este teclado a conseguido un récord guiness al ser el teclado que ha permitido escribir a mayor velocidad desde un móvil.
Uno de los teclados que más me llamaron la atención la primera vez que toqué un Android y que instalé en mi iPhone nada más salir al mercado. Un teclado que nos permite escribir a base de deslizamientos de nuestro dedo entre las teclas, sin necesidad de levantar el dedo de la pantalla.
Además de lo anterior, este teclado nos va sugiriendo palabras y va aprendiendo a medida que lo vamos usando. Hay que reconocer que está más afinada la predicción de palabras que en el propio teclado de iOS.
Nos prometieron poder escribir en cualquier idioma sin necesidad de saber más que el castellano, pero pasaron con más pena que gloria, un teclado nada barato por cierto.
Así que, casi un año después, la realidad es que cuesta encontrar por la calle a usuarios que lleven predefinido un teclado distinto al de iOS. ¿Los motivos? Es posible que el miedo a la privacidad haya influido en algunos, pero me da que la experiencia de usuario ha sido clave en decantar la balanza hacia el teclado de iOS frente a cualquier otro teclado de terceros.
Otro tema es el de llevar instalados otros teclados "por si acaso". Por si acaso algún día necesitamos enviar un GIF animado, por si acaso algún día necesitamos tirar de abreviaturas más complejas que las de iOS o, como es mi caso, por si alguna vez decido usar un emoticono en formato ASCII.
Y sí, lo confieso, además de llevar el teclado de iOS llevo instalado un teclado de terceros "por si…". Se llama ASCII Emoticons, y lo guardo "por si acaso" algún día quiero escribir esto:
¯\_(ツ)_/¯
Otro tema es el de llevar instalados otros teclados "por si acaso". Por si acaso algún día necesitamos enviar un
GIF animado