Recordemos que Wii U se acababa de presentar en la E3 de junio de 2011, y estábamos a un año de su presentación oficial, el 18 de noviembre de 2012. Era lógico pensar que el simple éxito por el efecto arrastre de las ventas de Wii auguraban un futuro brillante para su compañía. Se sentía con las fuerzas de afirmar que mantenían, pese al enorme interés de terceros, sus títulos exclusivos. Era la octava generación de sus consolas y la primera de las tres grandes que daba el supuesto salto a la nueva generación. La historia que vino a continuación la conocemos todos. Wii U no fue ni de largo el éxito esperado. Sus cifras de ventas no alcanzaban las expectativas y Nintendo se veía obligada una y otra vez a rebajar sus estimaciones iniciales de unidades vendidas en los mercados que había sido lanzada.

Si en 2013 las pérdidas eran notorias, la situación no mejoró en 2014. Basta echar un vistazo a ese 2014 para que todas las alarmas saltasen. Más de 456 millones de dólares en pérdidas. El lastre de Wii U estaba ahí, como una enorme losa que tratan de sacar a flote desde su presentación, pero que no deja lugar a dudas, tiene su público, por supuesto, pero no es ni ha sido un éxito como fue Nintendo Wii en su momento.

Cualquiera, menos la propia Nintendo, parecía ver claro cual era el paso a tomar, el camino a seguir. Los dispositivos móviles, tablets y smartphones habían acaparado al jugador casual, ese gran descubrimiento de Nintendo Wii, el jugador que no se considera como tal pero que no le importa jugar y divertirse de vez en cuando. Ese jugador casual había cambiado la consola de salón e incluso la portátil de Nintendo por un smartphone o una tablet. El único modo de llegar a él es claramente haciéndose móvil, dando el salto. Y esto no es solo especulación. Las cifras de ciertas franquicias de juegos móviles presentan unos números que superan en conjunto a grandes títulos de las consolas de salón. Apenas los exclusivos Super Mario y Mario Kart consiguen mantener cifras de venta respetables.

Era evidente. El negocio ya no está tanto en el hardware, no al menos en el mercado móvil, sino en los títulos de la casa, en esas franquicias exclusivas deseadas por propios y ajenos a Nintendo. Nos encontramos en 2014, con todas las cifras en contra de Nintendo y los inversores exigiendo explicaciones. Iwata tenía que salir a la palestra después de una caída de resultados del 18% en las acciones de la compañía nipona tras el anuncio de los resultados del ejercicio fiscal. Pese a todo en enero de ese año no dudaba en declarar en The Wall Street Journal: “El auge de los dispositivos inteligentes no conlleva el fin de las consolas de videojuegos. No es así de sencillo. Los malos resultados no significan que debamos llevar a Mario a los teléfonos móviles”.

Y una vez más Iwata sorprendía a propios y extraños con sus declaraciones. Pero esas declaraciones llevaban escondida una doble lectura. En primer lugar reconocía por fin el auge e imposición en el mercado casual de los dispositivos móviles. En segundo lugar se oponía claramente a llevar a Mario a los móviles, no decía que no fuese a entrar en el mercado móvil.

Esto parece quizás un poco extraño en occidente, pero el mercado nipón es muy especial con sus decisiones, en como afrontan sus negocios y el valor que para ellos tienen sus productos, de ahí que la lectura de unas declaraciones de este tipo suelen ser más complejas. No es un NO rotundo, es un NO a medias. No voy a daros a Mario, pero no quiere decir que no vaya a tocar ese mercado. Es una de las complejidades culturales de los mercados asiáticos y que no siempre son bien interpretadas o entendidas en nuestros mercados. Tras ese anuncio nos encontramos casi sin esperarlo, la primera aplicación para iOS de Nintendo. Ese mismo verano. Septiembre de 2014. Se presentaba JCC Pokémon Online. Un juego online de cartas para iPad a través de The Pokémon Company, empresa perteneciente a Nintendo que gestiona todo el merchandising y las licencias de los productos de la franquicia Pokémon (los videojuegos, el juego de cartas coleccionadles, juguetes y otros productos).

A partir de ese lanzamiento saltan todas las alarmas en el mercado de la especulación. Pero nuevamente desmentidos por parte de Nintendo, donde aseguran que sus First Party (grandes títulos) se mantendrán exclusivos para sus dispositivos. Solo la vaga promesa de un acercamiento al mercado móvil a través del hipotético desarrollo de “companion apps” que tan de moda se están poniendo. Simplemente, aplicaciones que completan o complementan títulos de la propia Nintendo aportando valor añadido al jugador. Una fórmula que grandes distribuidoras como Ubisoft, EA, Activision, Sony o Microsoft ya vienen aplicando. El mercado se resignaba y volvía a ver pasar de largo la oportunidad de ver a Mario en dispositivos que no fuesen de la casa nipona.

Llegamos a 2015. En enero, y para sorpresa de todos, se conocen los primeros datos que pronostican una lenta recuperación en sus resultados financieros, gracias a nuevos títulos de sus franquicias más famosas como Mario Kart 8, Super Smash Bros WiiU, la venta de figuras amiibo, el incremento en ventas de la portátil 3DS y nuevos títulos exclusivos para dicha consola. Incluso remontan la venta de Nintendo Wii U en las pasadas Navidades. Con este panorama lo último que cualquiera pronosticaría es un cambio en la política de producto y comercialización que venían llevando todos estos años. Es más, el mercado estaba ya asumiendo que Iwata tenía razón en mantenerse en sus trece. Pero la noticia saltaba el 17 de marzo. El infierno se congelaba para la gran N.

Uno de los primeros en hacerse eco fue The Wall Street Journal, que titulaba “Nintendo abre la puerta a los juegos en móviles. La compañía entra en acuerdo con DeNA y dice estar desarrollando una nueva consola denominada NX.” El artículo continuaba con un juego de palabras “Parece que el fontanero Mario por fin modernizará sus herramientas, incluso tendrá un smartphone” en clara alusión al personaje más representativo de Nintendo y el mercado al que quieren llegar. Este anuncio, que ha sorprendido a todos demuestra una vez más la forma tan distinta de pensamiento y, sobre todo, la velocidad con la que se toman las decisiones. Analizando los acontecimientos pasados es lógico pensar que la decisión se había tomado ya en 2014, quizás en el primer trimestre, y que solo un año después era anunciado. Así pues, los resultados financieros de comienzos de 2015 poco o nada tienen que ver con esta decisión. Al mismo tiempo debemos analizar el anuncio realizado, y darnos cuenta que hace referencia a una decisión final meditada en la que Nintendo se compromete a seguir trabajando en sus propios dispositivos de hardware (consolas) como venía haciendo, pero con la clara intención de llevar sus magníficas experiencias de juego a otros

dispositivos móviles.

Hasta el momento Nintendo libraba batalla contra los otros dos grandes del mundo de las consolas, Sony y Microsoft. Si nos centramos en el mercado nipón, nosotros quizás nos olvidemos a veces pero te aseguro que ellos lo tienen muy claro, estamos hablando de una rivalidad directa con Sony. La presencia y fuerza de Microsoft con su Xbox360 o Xbox One en ese mercado no hace sombra a las otras dos grandes, PlayStation o WiiU/NDS. En este mercado, estos últimos años, las cifras de ventas tanto de hardware como de videojuegos exclusivos, dada su legión de fans, les hacía mantenerse en la lucha directa con Sony en este mercado. Lo que no han sabido ver venir, y esto ya te digo tiene más de cultural que de cifras, es la llegada de iOS y Android. Apple en concreto se postula como un rival directo en un mercado donde Nintendo acaparaba casi al completo el mercado móvil con su solución de consolas DS en todos sus sabores, formas y colores. El éxito del mercado de las apps de juegos en iOS es tal que los rumores son incesantes ante la inminente presentación de una solución AppleTV con plataforma propia de juegos, y eso es algo con lo que no contaban. La masa de usuarios móviles de Apple es ya enorme en Japón y desplaza en el segmento de hardware a su producto de distribución para sus juegos. Esos títulos exclusivos de Nintendo podrían ver recortado su mercado de distribución y no aumentar sus ventas debido a que su mercado de hardware no incrementa a la misma velocidad sus ventas.

Esta confrontación de la realidad actual podría ser una de las razones fundamentales para este cambio radical

en su postura.

Esta es la pregunta que todos se hacen ahora mismo. Para responderla deberíamos adentrarnos en la filosofía y forma de hacer las cosas que Nintendo manifiesta en cada uno de sus productos. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que lo único que sabemos con seguridad es que “no hay prisa”.

Nintendo mima cada uno de sus productos, a nivel de software, sus títulos son realizados con todo lujo de detalle, son únicos y saben que ese es precisamente su valor. Sus personajes, Mario, Luigi, Princesa Peach, Browser, Wario, Toad, Donkey Kong, Yoshi, Kirby, Link (Zelda), y un largo etc. son, además de exclusivos, reconocidos más allá de la propia Nintendo, lo que supone que no licenciarán sin más a DeNA el desarrollo de títulos móviles que socaven la imagen que han mantenido todos estos años. Si nos ceñimos al comunicado debemos darnos cuenta de que estamos hablando de dos anuncios ahora mismo. Por una parte una consola de la que nadie parece saber nada aparte de su nombre de guerra, NX. Por otra parte, el anuncio de que realizarán experiencias de juego únicas en dispositivos móviles.

Nos centramos en este segundo anuncio y debemos hilvanar fino para percibir el mundo de posibilidades que se abren. Un mercado donde se crearán fricciones muy claras. El escenario más sencillo, el que todo el mundo entiende es aquel en el que Nintendo, a través de DeNA desarrolla un título para iOS basado en alguno de sus famosos personajes y lo saca a mercado. Todos los analistas auguran cifras millonarias en el número de ventas de un título exclusivo de este estilo.

Creo que el primer título que veremos pasará por su personaje insignia, Mario, siendo Yoshi y Pokemon los próximos en seguir sus pasos. Una licencia masiva como Super Smash Bros lo veo lejano pero deseable; aunque sin duda, la joya que muchos esperan sería un título exclusivo del mundo de Zelda, algo que a través de juegos como Ocean Horn hemos visto le sienta de lujo a un dispositivo con el iPad. En este escenario, el de la venta directa de un título en el propio App Store el reparto es claro, Apple se llevará su comisión y Nintendo/DeNA el resto. Lo que es seguro es que no veremos títulos ya existentes de Nintendo como Super Mario Bros, Mario Kart o Donkey Kong llevados directamente a dispositivos móviles. Serán desarrollos realizados a medida que aprovechen las capacidades y características de

estos dispositivos.

El escenario que augura más probable es menos sencillo. Estamos hablando del modelo freemium (micropagos dentro de juegos que se distribuyen gratuitamente). Nintendo ya ha manifestado claras sus intenciones en el pasado de contar con su propio market de distribución. Si lo que pretende es presentar juegos móviles que permitan micropagos dentro de la propia aplicación chocará frontalmente con la política de distribución de Apple. Esto es algo que ya se ha comenzado a comentar. Y las situaciones similares del pasado no auguran nada bueno. El ejemplo lo tenemos en Amazon, que tuvo que modificar finalmente su aplicación de lectura de libros para no permitir la compra desde la propia aplicación a su market Kindle, ya que Apple se llevaba también comisión de dicha compra interna, y, esto es algo que no estaban dispuestos a permitir. A este respecto, el de los micropagos o modelo freemium la compañía se refería declarando: “El tipo de juego freemium es el modelo de negocio que más se ha adoptado para los dispositivos inteligentes y dicho modelo, naturalmente, será una opción que nosotros estamos considerando, Nintendo no tiene la intención de elegir los métodos de pago que pueden dañar la imagen de la marca y también es importante que los padres se sientan cómodos dejando jugar a sus hijos”. Su intención es la de desarrollar un sistema de suscripción que funcione por igual, y de forma sincronizada para cualquiera de los dispositivos donde acaben distribuyendo sus propios títulos.

Así todo, lo único oficial con ese anuncio es que por fin tendremos a los icónicos personajes de la gran N dando el salto a los dispositivos móviles. No será inmediato, eso lo tengo claro, y las palabra de Iwata recalcando que será una experiencia diferente, a medida de ese nuevo mercado me genera angustia y expectación por partes iguales. A este respecto, y otorgándome el título momentáneo de pitonisa Lola nos encontramos con el más reciente anuncio de Nintendo, este pasado 10 de mayo, donde nos desgranan un poco más, pero sin llegar a dar todavía nombres concretos de lo que podemos esperar. La gran N ha anunciado, nuevamente a través de su presidente Iwata, que sus intenciones pasan por publicar 5 grandes títulos antes de marzo de 2017, llegando quizás el primero antes del final de este 2015. Si bien reconocen que no son muchos los títulos, quizás menos de lo que se esperaban. Nintendo argumenta que no estamos hablando de simples conversiones de títulos existentes a dispositivos móviles, sino de títulos exclusivos y que serán grandes éxitos. Se abre un nuevo mercado para la compañía de la que esperan importantísimos beneficios. Para reforzar estas palabras ha transcendido que al frente de estos proyectos estará Hideki Konno, conocido por estar tras el desarrollo de Mario Kart 8, y eso, amigo, son palabras mayores.

Después de leer y poner en lugar toda esta información queda fuera de toda duda que en la cabeza de los inversores de estas dos compañías, Nintendo y DeNA, lo que se escucha ahora mismo es el sonido de las monedas que va recogiendo el fontanero, pues sea cual sea ese primer título que saquen al mercado este 2015 , será un superventas.