Reportaje
La tecnología no escapa al dicho de “todo lo que sube, baja” y a los fabricantes, incluso los que asientan algo más que su mercado, cuando asientan costumbres y presencia en todos los hogares, también les toca. A veces toca sentarse, hincar los codos y sostenerse la cabeza para parar y repasar la trayectoria y el momento presente para esbozar un futuro que probablemente implique cambiar de rumbo o diversificarlo sin perder la esencia o las filosofías base, la identidad, y haciendo las cosas bien.
LOS CODOS DE LAS CABEZAS PENSANTES DE MICROSOFT TENDRÁN CALLO, PORQUE TRAS UNA ÉPOCA ALGO TURBIA CON SUS SISTEMAS OPERATIVOS, POR FIN EN EL BUILD 15 DE ESTE AÑO LAS LÍNEAS DE ACTUACIÓN, ALGUNAS DE LAS CUALES YA SE ESBOZABAN, SE HAN ESTABLECIDO. SE HAN REUBICADO, AMPLIADO Y EL CORCEL DE REDMOND SE HA CONVERTIDO EN UNA CUADRIGA SIN ANTEOJERAS. MICROSOFT NO LLEGA A SER UN AVE FÉNIX, PERO DE ALGÚN MODO RENACE DE UN CONFUSO LODO DE CUESTIONABLE PROSPERIDAD Y PLANTEA UN PORVENIR CON UNA INTERESANTE COMBINACIÓN DE ESTRATEGIAS. NUEVAS ALAS Y NUEVO RUMBO PARA MICROSOFT, ¿SERÁ EL CORRECTO?
Su ración de Microsoft, gracias
Ser el primero cuenta. Ser el más listo, también. Pero ambas cosas caducan si no
se cuidan
Windows 10 El Esperado llega sin aberraciones en cuanto a mezcla de interfaces
Microsoft aspira a tener una mayor presencia en los dispositivos de la competencia con su propuesta multiplataforma y con precios muy competentes

Ser el primero cuenta. Ser el más listo, también. Pero ambas cosas caducan si no se cuidan.

 

Gates logró ocupar portadas porque supo cómo vender su(s) producto(s) a los tipos de cliente que iban germinando más allá del pudiente que compra un ordenador porque lo necesita, en una época en que esto era de todo menos habitual. El PC se hizo ubicuo, siglas, por cierto, que con el tiempo se adjudicaron a los ordenadores no-Apple, compañía que vio la informática a su manera y fue más selectiva en su mercado. El PC fue, y es hasta el presente, el ordenador de masas; el de casa, el del trabajo, el del colegio.

 

Sin embargo la popularidad tuvo un precio que la compañía pagó a dos niveles. Por una parte se convirtió en el blanco de los hackers y los software maliciosos eran en su mayoría *.exe, la extensión propia de Windows ideal para causar el dolor de ordenadores y dueños y, a la vez, inocua para Mac. Pero no sólo fueron los factores externos los que dieron problemas a la compañía: como si de una penitencia se tratase, Windows Vista quedó como un estigma, una marca permanente en el historial de la compañía como recordatorio de que una cara bonita puede resultar desastrosa si la estructura interna, la que no se ve, está descuidada.

 

Lejos de ser lo único que pusiese los pies en la tierra a la compañía estadounidense, tras la ominosa era de Windows 7 El Salvador Microsoft decide forzar de nuevo la evolución e intentar crear un concepto de sistema operativo único para todos sus dispositivos, desde los smartphones hasta los ordenadores, pero no logra tal hegemonía y, además, los usuarios se enfrentan a uno de los sistemas de escritorio menos intuitivos de la historia del fabricante con Windows 8, El Desesperante.

 

Los remiendos pueden esconder algunos problemas pero si la estructura base no se sostiene, se acaba volviendo a romper. A eso Microsoft tampoco escapa, así que, manteniendo su apuesta por la convergencia, se acaban los parches y se renuevan los sistemas operativos para crear una única entidad. Windows 10 El Esperado llega sin aberraciones en cuanto a mezcla de interfaces, eliminando los apellidos “RT” y “Phone” y proponiendo un software para unirlos a todos, a todos los dispositivos y a todas las plataformas.

 

Como las madres nos dicen de pequeños, no sabemos si las cosas nos gustan si no las probamos, y Microsoft ha decidido, para su plataforma móvil, poner cubierto a dos comensales más en una mesa de apps que hacía tiempo que estaba dramáticamente vacía. La falta de apps en el actual Windows Phone es un grave problema para muchos usuarios y con Islandwood y Astoria se asientan las bases para que los desarrolladores de iOS y Android respectivamente traspasen sus apps a Windows 10. Si bien no es oro todo lo que reluce y queda por ver que las apps se desempeñen del mismo modo en el nuevo sistema, es un primer paso a rellenar una tienda en la que casi se obtenía eco virtual al realizar una búsqueda.

 

No sólo la división mobile es receptora de estos nuevos aires de los de Redmond. La muy, muy renovada suite Office para Mac se planta como una excelente alternativa de software de ofimática para los usuarios de un dispositivo Apple, y hace algo más que toser a los software de la casa presentando unos programas con una cuidada y muy intuitiva interfaz y muy completos en cuanto a funciones. Con el precedente de unas renovadas apps para iOS, Microsoft aspira a tener (o recuperar) una mayor presencia en los dispositivos de la competencia con su propuesta multiplataforma y con precios muy competentes. Sus bazas: ser el viejo conocido y atraer al usuario que ve costumbre en el panel de iconos de Word, y proponer una válvula de escape a los usuarios que rehusan apps preinstaladas como Mail por no ser suficiente y ser exclusivas.

Windows 10
La caída del muro de Redmond
El contenido será el mismo independientemente de que el continente sea una consola, un tablet, un smartphone o un ordenador

El comunismo hecho software. Como comentábamos anteriormente, se acabó la distinción según dispositivos, y la próxima actualización quitará etiquetas: el contenido será el mismo independientemente de que el continente sea una consola, un tablet, un smartphone o un ordenador.

 

Obviamente esto no será estricto, y habrá aspectos particulares en las interfaces como es el caso de los ordenadores, donde Microsoft deshace el galimatías de interfaces y soluciona la polémica del botón Inicio, así como mejorar el desempeño de las ventanas y facilitar el ajuste por parte del usuario. Sin dejar de lado los tiles, que con Windows 8 vinieron para quedarse como buen distintivo de la interfaz de cabecera de la compañía, al parecer se han podido adaptar con más sentido a un panel que no va a ser gestionado de manera táctil, uno de los principales errores conceptuales en cuanto a la intuición y deducción en Windows 8.

Microsoft rompe muros internos y fortifica sus cimientos, proponiendo servicios nativos competentes y multiplataforma que van desde el software preinstalado hasta la nube, aspirando a recuperar la imagen de PC de casa que podría haberse visto más afectada que anteriormente en su últimos sistemas operativos.

El genotipo y el fenotipo
Nokia y Microsoft

Quizás la época dorada de la compañía quedó atrás, pero eso no significa que dejase de ser un titán tecnológico y empresarial. Prueba de ello serán los números en macroeconomía y eventos que son más fáciles de entender por todos nosotros como la fagocitación de Nokia, cuya presencia se ha ido reduciendo gradualmente en cuerpo y alma en los históricos terminales de carcasa Hulk.

La transición, que empezó con el bautizo sustitutivo con “Lumia”, llegará a su última fase con la renovación del sistema operativo, habiendo preparado el terreno eliminando las apps residuales de la compañía finlandesa y añadiendo las apps preinstaladas que encontrábamos ya en Windows 8 (de dudosa utilidad). La última hornada de terminales ya lleva tatuada en su espalda el nombre de la casa y nuevos colores y materiales han ido constituyendo el exoesqueleto de los renovados terminales, haciendo que según casos el mítico plástico Nokia quede en el olvido.

Un esperado despegue
Faltará ver, como siempre, si las promesas no quedan como un Edén inalcanzable de unicornios de software y la propuesta de Microsoft cumple las expectativas

Microsoft ha sabido introducir el hype en pasado, presente y futuro. Supo jugar sus cartas con el Build 2015, mostrando una ambición que no pecó de desmedida y unos proyectos que en su mayoría ha dejado catar en forma de beta, facilitando que muchos usuarios, sin necesidad de ser desarrolladores (en muchos casos, de hecho, hemos sido intrusos curiosos) vayamos probando las versiones preliminares más o menos acabadas de lo que vendrá en unos meses.

 

Faltará ver, como siempre, si las promesas no quedan como un Edén inalcanzable de unicornios de software y la propuesta de Microsoft cumple las expectativas. Esto supondría una consolidación muy importante a nivel de ecosistema, y un salto de calidad que se traduciría en un notorio avance evolutivo, un aspecto que hasta la fecha había sido demasiado gradual. Quizás, también, sea un momento clave teniendo en cuenta la competencia. Las cosas se ponen muy interesantes de cara a “la vuelta al cole” tecnológica que recae cada

año en septiembre.