arece que vamos a acabar el año con la keynote más atípica de los últimos tiempos: a nivel de organización, Apple preparó un evento único en el que durante dos horas se mostró todo el arsenal que tiene la compañía preparado para fin de año. Al menos, en lo que al mundo "móvil" se refiere. Realmente, aunque parezca que fue una presentación que tocaba mucho palos, sólo se centró en uno: el ecosistema iOS.

Y es una gran jugada. Su sistema operativo móvil ha evolucionado mucho más rápido incluso de lo que ha hecho OS X, ya que los dispositivos que lo utilizan crecen de forma distinta. Sus usuarios también demandan cada vez más cosas, y es algo para lo que Apple tiene que estar preparada. Un tema importante es la expansión: extender la parte que funcionalmente mejor sabe hacer cada producto y entrelazarla con el siguiente dispositivo. Para ello han contado este año con la esperadísima nueva versión del Apple TV, que ahora cuenta con aplicaciones.

Con ello, el Apple TV se integra dentro del ecosistema iOS. Aunque cuente con una derivación del mismo (llamado hábilmente tvOS), está dentro del mismo mundo que los iPad y iPhone, y permitirá a los desarrolladores que por fin aprovechen al máximo las posibilidades de llevar los productos de Apple a la gran pantalla. La rumoreada televisión de Apple era ésto: una estrategia a medio plazo conde la compañía permitirá que Siri nos guíe, que iOS nos dirija y que los desarrolladores aporten valor al conjunto. Parece que ya ha dejado de ser un hobby para convertirse en algo serio.

El iPad Pro es la siguiente gran entrada: un golpe en la mesa de Apple dándole la razón a Microsoft con su Surface, excepto en la utilización de su sistema operativo de escritorio. Creo que dan en el clavo: si queremos que la gente deje de usar ordenadores clásicos, no podemos utilizar su sistema operativo, sino evolucionar el que está precisamente pensado para movilidad. En eso Apple tiene que apostar muy fuerte con iOS 9, preparando el nuevo iPad Pro para un entorno más corporativo: la apuesta de Office (que vimos en la presentación y nos recordó otros tiempos) es muy importante, porque es un alto porcentaje de lo que necesita la gente que lo utilizará para trabajar.

Con el stylus se ha armado un gran revuelo. Con la salida del iPhone original, el mismísimo Steve Jobs ridiculizaba la idea de utilizar uno en la primera generación, diciendo que no era apropiado para el dispositivo. Parece que a los haters tenían ese vídeo guardado durante años esperando el lanzamiento final del Apple Pencil, pero es totalmente equivocado relacionar lo que Jobs pensaba, con el producto que vimos el 9 de Septiembre. Un stylus en un teléfono con una pantalla de 3,5" no tenía ningún sentido. Ni la interfaz ni las aplicaciones estaban preparadas, además de que la tecnología del Apple Pencil está muy lejos incluso de los Wacom de gama alta de 2007. Es por tanto un argumento sin sentido, ya que Apple sí que puede aportar mucho valor a un producto profesional como el iPad Pro con un lápiz óptico como el que presentó.

Los iPhones siguen su hoja de ruta, y el modelo de este año presenta uno de los cambios más profundos de los últimos modelos: el 3D Touch. Un sistema de captura de presión a tres niveles que puede cambiar cómo nos relacionamos con la interfaz gráfica en los próximos años. Es algo a largo plazo, pero ya podemos incluso notar diferencias entre el Mail de iOS 9 con 3D Touch y el Mail que tenemos actualmente. Los gestos se vuelven más naturales, y la compañía de Cupertino ha sabido romper la barrera de la pantalla plana aprovechando también la profundidad de campo como parte de las acciones disponibles por el usuario.

Y todavía tenemos que ver los nuevos Macs. Desde que analicé el nuevo MacBook ultrafino lanzado por Apple a principios de año, me enamoré del concepto que Apple tiene pensado para los portátiles de nueva generación. Los nuevos MacBooks Pro con un diseño similar pueden romper la estética que conocemos y convertirlos en una auténtica revolución: pienso que el cambio en el diseño de los mismos es lo que los alejará de los iPad Pro y similares, siempre cabalgando a lomos de OS X El Capitan. Quizás, más "capitán" que nunca, al que sólo le falta Siri. Tiempo al tiempo.