Obviamente, una de las características que más llaman la atención a simple vista es su enorme pantalla, la más grande y de mayor resolución que Apple ha montado hasta la fecha en un dispositivo iOS. La compañía ha decidido incluir una pantalla Retina de 12,9 pulgadas con una resolución de 2.732 × 2.048 píxeles, lo cual hace un total de 5,6 millones de píxeles. Pero hay mucho más además de las mejoras en la calidad de imagen y el aumento del tamaño de la pantalla en este nuevo modelo. Tal y como afirma Apple, el subsistema de toque de la pantalla ha sido rediseñado por completo para aumentar la capacidad de respuesta de los sensores y doblar la velocidad de actualización de cada toque. Y no solo eso, sino que el iPad Pro es capaz de ajustar automáticamente el número de veces que se refresca la pantalla en función del contenido mostrado. De esta forma, si el contenido es estático el iPad Pro reducirá a la mitad el número de veces que se refresca la pantalla, lo que mejora la eficiencia energética. Dejando a un lado la pantalla del iPad Pro, este mantiene el elegante diseño al que Apple nos tiene acostumbrados y por el que destacan modelos como el iPad mini o el iPad Air. Si tenemos en cuenta que la compañía ha lanzado un dispositivo móvil con una potencia equiparable a la de muchos ordenadores disponibles actualmente en el mercado, es de agradecer que el nuevo iPad conserve el diseño fino y ligero de los modelos anteriores: tan solo mide 0,69 centímetros de grosor y su peso es de 713 gramos.

Si tuviéramos que definir el iPad Pro en una sola palabra, esta sería “potencia”. Las especificaciones técnicas con las que cuenta el iPad más reciente creado hasta la fecha por Apple no dejan indiferente a nadie: en su interior, el iPad Pro incorpora una serie de importantes mejoras hasta ahora nunca vistas en ninguno de sus hermanos mayores (o pequeños, según se mire).

Uno de los elementos esenciales a los que agradecer su enorme potencia es el procesador A9X de tercera generación con arquitectura de 64 bits. En teoría, este chip multiplica casi por dos el rendimiento del iPad Air 2. En la práctica, Apple afirma que su potencia nos permitirá editar varias secuencias de vídeo 4K a la vez, algo que hace tan solo unos años habría sido completamente impensable. Con el lanzamiento del iPad Pro, Apple también ha logrado duplicar la potencia de la GPU respecto a la que encontramos en el iPad Air 2, lo cual nos permitirá disfrutar de unas imágenes y gráficos de una calidad y fluidez muy superiores a las que estamos acostumbrados. Llama la atención la evolución del rendimiento de la GPU en la gama iPad, sobre todo si tenemos en cuenta que al comparar el del iPad Pro con el del iPad original estamos ante un rendimiento 360 veces superior. Otra de las novedades que llaman la atención sobre el nuevo iPad Pro es que se trata del primer modelo en incorporar cuatro altavoces (en lugar de dos). Además, también es la primera vez que el espacio para los altavoces forma parte de la carcasa del dispositivo. El resultado de esta modificación en el sistema de sonido se traduce en una mejora sustancial de la calidad de audio que producirá un efecto de sonido envolvente, lo cual resultará interesante a la hora de ver películas o jugar a videojuegos. Y no solo eso, sino que el iPad detectará si lo sujetamos en vertical u horizontal, ajustando el sonido para que disfrutemos siempre de la mejor calidad. La razón es que, aunque los cuatro altavoces producen frecuencias bajas, solo los de arriba son capaces de producir frecuencias altas.

A pesar de la enorme potencia del procesador, el impresionante aumento de rendimiento de la GPU y la inclusión de una pantalla de 12,9 pulgadas con la resolución más alta vista hasta la fecha en un dispositivo iOS, la autonomía que ofrece la batería del iPad Pro se mantiene en las ya tradicionales 10 horas de uso continuado. Sin duda, se trata de algo de agradecer, sobre todo si tenemos en cuenta la enorme cantidad de energía necesaria para alimentar un dispositivo con estas sorprendentes especificaciones técnicas.

En cuanto al Smart Keyboard, estamos ante un teclado con un diseño muy similar al de la ya tradicional Smart Cover, dado que también sirve para proteger la pantalla de nuestro dispositivo o para utilizarlo a modo de soporte mientras vemos una película. Aun así, el teclado destaca principalmente por su curioso funcionamiento, ya que podremos escribir en él a pesar de que no cuenta con enchufes, interruptores, baterías o conectividad Bluetooth. El iPad Pro y el Smart Keyboard se comunican mediante el Smart Connector, un nuevo sistema diseñado por Apple que se encargará de transmitir los datos y la corriente eléctrica a través de los puntos de contacto que encontramos en uno de los laterales del iPad Pro y en el borde del teclado. Para ello, aprovechará las posibilidades que ofrece el tejido conductor situado entre el poliuretano y el forro de microfibra del Smart Keyboard. A pesar de la aparente complejidad de su funcionamiento, el resultado para el usuario se traduce en un teclado fino y ligero que estará disponible sin ningún tipo de complicación siempre que lo necesitemos.