Originalidad es algo cada vez más difícil de encontrar entre los juegos de la App Store. Casi todos los géneros han sido tratados y si bien unos mejor que otros se han adaptado a las pantallas táctiles, la innovación pasa ya no sólo por sorprender en cuanto al planteamiento del juego en sí como por la forma en que se juegue. Que resulte natural es clave en ese punto, ya que la mayoría están realizando un trabajo en el apartado gráfico excepcional como hemos visto en números anteriores de MacToday. Nos encontramos con títulos que realmente pasarían por juegos de consola de salón. Dentro de ese apartado de juego con un planteamiento totalmente diferente nos encontramos con Land Sliders.

Lo cierto es que no deberíamos sorprendernos, y fue una de las razones de seguir su lanzamiento, si nos fijamos en que se trata del primer título que lanza una compañía denominada Prettygreat, y que sin embargo está formada por ex-trabajadores de una compañía que tiene mucho que decir en esto de los juegos móviles, Halfbrick, los creadores de Fruit Ninja, para mí, uno de los mejores juegos que se han hecho y que ha sabido entender que se necesitaba un tipo de interacción distinta para triunfar. Además de haber participado en la creación de Fruit Ninja, los fundadores de Prettygreat también trabajaron en su día en la creación de Jetpack Joyride. Si a esto unimos que han tenido inspiración, inversión y colaboración por parte de los desarrolladores de Crossy Road, puedes hacerte a la idea de que este juego promete.

Pero Land Sliders no se queda en la promesa. Realmente es un título que sorprende desde el minuto uno. Se trata de un juego donde el objetivo es obtener la máxima puntuación desplazándonos por diversos mundos y recogiendo objetos, evitando peligros y enemigos. ¿Dónde está la gracia con este planteamiento tan repetido? Pues la magia aparece en forma del tipo de control utilizado. ¡Cuando digo que te desplazas por el mundo es literal! Como si de una web por la que vamos haciendo scroll se tratase moveremos el mundo manteniendo siempre centrado nuestro personaje. Realmente novedoso y difícil de explicar. Resulta un gesto natural ir desplazándonos como si de un mapa se tratase.

¿Recuerdas los esfuerzos por explicar lo mágico que resultaba tener una web en tus manos con el anuncio del primer iPad? Pues es exactamente lo que trato de decir. Es un comportamiento que no tienes que practicar, pulsas y arrastras moviéndote por cada uno de los mundos y recogiendo, como comentaba, objetos y demás retos que irás descubriendo. De todos modos, como para gustos existen colores, tenemos la opción de escoger controlar el personaje, eso sí, manteniendo la misma mecánica de desplazamiento a través de arrastrar el dedo por la pantalla. Nada de ‘point and click’, cursores virtuales, pad y botoneras en pantalla, etc. Aquí la novedad es el control y es una constante en todo este juego. De hecho es un punto importante el señalar que esa constancia y consistencia se mantiene en todo el título. Desde los menús de selección hasta el desarrollo de la aventura, siempre estaremos desplazándonos cual navegación por una página web.

Otra mejora frente a otros títulos donde recogemos elementos en un mundo virtual para obtener mejoras de personaje, premios, puntuación, etc. radica en el hecho de que aquí se incide en la exploración. Es el jugador el que determina cuánto tiempo quiere pasar en cada mundo. No hay un límite. Existen retos y determinas tú cuanto tiempo quieres emplear completando al 100% cada nivel, o bien, saltando de nivel en nivel lo más rápido posible sin casi obtener mejoras. Los enemigos, así como los peligros en sus diversas formas paisajísticas y de elementos amenazadores, no harán que sea un paseo de rosas pasarse mucho tiempo en cada mundo. El creativo método de control tampoco ayuda a que uno se pase demasiado tiempo alegremente en cada nivel, hay enemigos especialmente complicados como los pequeños dinosaurios a los que la verdad es mejor escaparles que intentar esquivarlos cada poco.

Otro elemento que me resulta atractivo de este tipo de juegos es que han copiado la política de micropagos de un título que me parece brillante, Crossy Road. Me gusta porque sin gastarte nada puedes pasarte horas jugando. Tienes forma de acceder a mejoras (upgrades) de tus personaje u obtener personajes nuevos por el mero hecho de ir recogiendo elementos en el propio juego. Siempre tenemos la opción de pagar por mejoras y personajes, pero no impide ni bloquea el juego en ningún momento. Si tenemos en cuenta que estamos hablando de un título gratuito, es muy de agradecer que nos regalen infinitas horas de juego sin gastarnos un duro.

El objetivo es que vayamos completando todas las estrellas de nuestro personaje favorito (cinco en total) y cambiemos al siguiente. Es otro modo de incentivar el juego y la exploración de todos los mundos que nos propone, y como decía, gratuitamente. Del apartado gráfico y sonoro hay que decir que está realmente cuidado. Es uno de esos títulos que al igual que el mencionado Crossy Road o Monster Paper, enganchan por su colorido, cuidado en los detalles, diseño de los personajes y lo fluido que se mueve. Como decía, la consistencia se lleva en el movimiento hasta los menús, pero no solo eso, el diseño también se ha cuidado en este apartado y son realmente vistosos.

Otro detalle muy cuidado, y ahí se nota la aportación de Crossy Road, es que funciona perfectamente tanto en vertical como en horizontal, ya sea en el iPhone como en el iPad, donde personalmente prefiero jugarlo en apaisado.

El juego respira de un ambiente positivo, fantástico y gráficamente muy cuidado, con un estilo de pequeños juguetes en un amplio mundo de exploración y con un control, como sigo diciendo, mágico, natural y muy acertado. Siendo una aplicación universal, gratuita y con tanto talento detrás no puedes dejar pasar la oportunidad de al menos instalarla en tu dispositivo. Ya sea para una partida de unos minutos, como para una hora de juego, Land Sliders es nuestra elección en este mes de octubre. Esperamos que la disfrutes.