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ste año ha sido un viaje tremendo por territorios desconocidos para Apple. Después de muchísimos años de rumores sobre lanzamientos en otro momento imposible, por fin hemos terminado 2015 con un reloj inteligente de la compañía en nuestra muñeca, y un iPad Pro encima de la mesa. Más allá de los objetivos que la compañía se fija a largo recorrido, sin duda el presente está sentando las bases para abarcar algo mucho mayor.

 

Y eso que comenzamos el año con lanzamientos bastante discretos, como la actualización del MacBook Air con más potencia, pero sin Retina Display. Sin duda, el futuro del MacBook Air pasa por combinarse con otros modelos de la gama, o reinventarse completamente. Cosa que quizás ya haya hecho en el nuevo MacBook lanzado este año en abril: uno de los Macs que más me ha sorprendido en los últimos años. Su ligereza, adecuada potencia - no para usos profesionales de vídeo o audio, está claro - y su presencia, nos dicen que si el Air alguna vez tuvo alma, ahora vive en este nuevo modelo.

 

Común al nuevo MacBook y a la actualización del MacBook Pro de 13" fue el trackpad Force Touch, una de las tecnologías por las que Apple más va a apostar en el futuro. La sensibilidad de la presión es interesantísima para modificar o evolucionar las interfaces de usuarios que venimos años utilizando, y para hacer que las aplicaciones hagan muchas más cosas de una forma simplificada y efectiva, natural.

 

La salida del increíble iMac con pantalla Retina 5K nos gritaba que el escritorio no está muerto aún: los que se apresuran a hablar de una época post-PC están en lo cierto - yo mismo lo creo - pero sólo con ciertas características o cualidades que están mejor resueltas en dispositivos móviles. Sin embargo, un iMac es un iMac, y lo que se puede conseguir con el ordenador insignia de Apple aún son muchas cosas. La pantalla, sin duda, marcará un antes y un después en la resolución de los ordenadores de sobremesa, algo que sorprende cuando la tienes delante por primera vez, y que echas de menos cuando pasas a otra máquina.

 

Apple Music fue un servicio que llegó tarde a la competición de los contenidos musicales en streaming, y que no es perfecto. Spotify tampoco era un producto brillante pero tuvo dos factores durante todos estos años que fueron puliéndolo: tiempo y poca competencia a su nivel. Lo mejor de Apple Music es sin duda el catálogo desde el momento de lanzamiento y que es la mejor opción dentro del ecosistema de la compañía para los que tenemos más dispositivos de la marca. Y si no, probad CarPlay y pedirle a Siri cualquier canción. Sólo por eso ya justifica la compra, aunque hay mucho recorrido para la mejora, seguramente en 2016.

 

El iPhone 6s de este año ha sido promocionado por una gran frase: "todo ha cambiado", algo que la gente dudaba de las generaciones "s" de la compañía al compartir diseño exterior con su predecesor. El modelo actual cuenta con potencia, mejoras en la cámara y 3D-Touch para obligar al menos a plantar la duda entre los poseedores del iPhone 6. Un buen paso previo para que la compañía nos maraville de nuevo con algo diferente en 2016.

 

Como las grandes estrellas de los productos imposibles en Apple, el Watch y el iPad Pro. Ambos, productos codiciados durante años por los aficionados de la marca que Apple ha estado perfeccionando en sus laboratorios: no se trata de llegar el primero, sino de ser el que defina la nueva categoría. Con el Apple Watch, Apple parece comenzar a liderar el segmento de los relojes inteligentes, apoyado sin duda por el tirón de la App Store y un magnífico diseño.

 

El iPad Pro es algo que eleva al concepto de la tableta de Apple mucho más allá incluso de lo que su software y aplicaciones ofrecen hoy en día. 2016 debe ser para el Pro un momento de especialización y evolución para que las aplicaciones realmente tengan características profesionales, o al menos, casi las mismas que disfrutamos en el escritorio. Si de algo podemos calificar a Apple este año es de valiente - porque no se trata de cómo comienzas, sino de dónde terminas. Afortunadamente, la compañía parece tenerlo perfectamente claro durante este año de travesía.

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