Nuestros padres y nuestros abuelos pertenecen a generaciones diferentes a las nuestras; ya sé QUE con esto no te estoy contando ninguna novedad. Lo que quizás no hayas pensado antes es que ellos son de la generación del “DIY” o “háztelo tú mismo”. Esa que tiene sus orígenes en la economía norteamericana en la que las grandes superficies tipo “The Home Depot” definieron un concepto que apostaba porque cada uno se hiciese lo suyo. Todo el mundo podía ser un manitas.

Desde finales de los años 70, en que el DIY comenzaba a tomar fuerza, hasta nuestros días, han pasado muchas cosas y algunas de ellas hacen que la tendencia se haya invertido. Ahora mismo el “DIFM” o “hazlo para mí” está cobrando mucho

protagonismo en la escena económica, tanto que hasta los usuarios de dispositivos móviles lo estamos empezando a notar, aunque quizá de una forma demasiado sútil. En este artículo te explicaremos qué está pasando con esta tendencia.

Si eres de los que piensa que si la pintura del salón está ya un poco pasada de moda lo mejor es llamar a alguna tienda de decoración y pedir un presupuesto para que te lo hagan, entonces es que estás metido de lleno en la metodología DIFM
La generación del llave en mano

Si eres de los que piensa que si la pintura del salón está ya un poco pasada de moda lo mejor es llamar a alguna tienda de decoración y pedir un presupuesto para que te lo hagan, entonces es que estás metido de lleno en la metodología DIFM. Del mismo modo no se te ocurrirá cambiar una ventana de tu casa, sino que llamarás a un especialista en la materia o seguro que tampoco te animarás a meter mano a la renovación de todos los enchufes de la casa, que realmente sabes que se han  quedado anticuados frente a las chuladas que has visto en las casas de tus amigos. Llamas, pagas y lo tienes hecho.

Te eliminas las molestias porque piensas que el precio de utilizar tu tiempo y la probable chapuza que acabarías haciendo “no vale la pena”.

 

Por esto mismo, las grandes cadenas que han venido a Europa imitando el modelo de negocio de The Home Depot también ofrecen entre sus servicios, además de todo el material necesario, la mano de obra para conseguir llevar a cabo tu proyecto. Tú solo tienes que disfrutar del resultado. No te enteras de nada más. Se trata de un llave en mano.

Los pequeños negocios
también lo están haciendo

Esta forma de gestionar tus necesidades también la están imitando las empresas, sobre todo las más pequeñas o medianas, que por falta de conocimiento y de recursos también, acaban recurriendo a contratar muchos servicios que necesitan para el buen funcionamiento del negocio a otras empresas que les ofrecen la solución más adecuada. Algunas de estas

soluciones pasan por ejemplo por llevar los libros de cuentas mediante un software más o menos adaptado a ellos pero también ofreciendo el servicio de gestión de todo lo necesario para que el empresario tan solo tenga que preocuparse de que el trabajo esté bien hecho y a su gusto. Solo tiene que preocuparse de conocer cuáles son sus necesidades, que alguien se encargará de cubrirlas.

Con este enfoque puedes contratar el sitio web de tu empresa, el servicio de vigilancia de tu negocio mediante sistemas automatizados, la gestión de los servicios de impresión, y un sinfín de servicios más sin tener que ser especialista en ninguna de esas materias

Con este enfoque puedes contratar el sitio web de tu empresa, el servicio de vigilancia de tu negocio mediante sistemas automatizados, la gestión de los servicios de impresión, y un sinfín de servicios más sin tener que ser especialista en ninguna de esas materias. Así puedes disponer del software que te ayude en tu negocio sin

necesidad de disponer de especialistas en la gestión de ese software. La tendencia aquí también pasa por que alguien “lo haga para ti”, incorporando cada vez más empresas la metodología DIFM que pronto empezaremos a conocer de primera mano. Si es que no la tienes ya en tu

propia mano.

¿Qué pasa dentro de nuestros pequeños dispositivos?

El mismo concepto de “hacer las cosas para ti” se ha manejado en el sector de los dispositivos móviles desde hace más de 15 años. En primer lugar apareció con la inserción en aquellos hoy ya lejanos dispositivos denominados PDA de la A de “Assistant”. Un asistente digital personal que es muy probable que hayas conocido como “lo anterior” a los smartphones, justo antes de que el mercado decidiese que la convergencia de los PDA y los teléfonos móviles era lo mejor para todos. Mucho más para los fabricantes que desde entonces no han dejado de generar ingresos desorbitados gracias a que la cifra mundial de personas con un smartphone

en su bolsillo se haya incrementado y  alcanzará los dos mil millones en este año 2016, según un estudio de eMarketer. En este estudio se analizan las proyecciones para los próximos años, previendo que los mercados de China, EEUU y la India se llevarán el ranking de usuarios conectados.

 

Con esta cantidad de personas utilizando sus dispositivos para hacer cosas y generando una considerable cantidad de información que circula por la red, lo normal es que los principales sistemas operativos móviles se preocupen de qué hacer con ellos.

Dame tus datos que yo te ayudo

El primero en reaccionar y en tomar distancia de sus rivales ha sido Google con su servicio Google Now, que presume de poner en tu mano la información más útil justo cuando la necesitas y lo más importante, incluso aunque tú no sepas que la vas a necesitar. Sin duda un buen ejemplo que asombra a los usuarios más novatos en las primeras ocasiones en que ven sugerencias para salir a tiempo de su casa y no llegar tarde a la cita que indica su agenda o cuando les proporciona algunas fotos de sitios que les pueden interesar y están cerca de donde se encuentran. Muchos lo definen como

pura magia.

Y Apple lo ha conseguido también gracias a su integración de un que ellos mismos han denominado “asistente proactivo”. Este adjetivo relativamente moderno hace referencia a algo que toma el control y decide qué hacer en cada momento, anticipándose a los acontecimientos. Justo lo que muchos estaban esperando de un dispositivo móvil. Se ha incorporado a iOS 9 y lo ha hecho para darle muchísimo poder a Siri. Ahora el asistente de voz de Apple ofrece muchas mejores y más afinadas sugerencias y respuestas y lo que es mejor, las ofrece incluso antes de que realmente vayas a realizar las preguntas.

Ahora el asistente de voz de Apple ofrece muchas mejores y más afinadas sugerencias y respuestas y lo que es mejor, las ofrece incluso antes de que realmente vayas a realizar las preguntas

Y ya no solo es el asistente de voz, sino que en la búsqueda que en su momento ocupa Spotlight ahora Siri toma el control para ofrecerte muchos mejores resultados, siempre con la característica de proactividad para tratar de adaptarse a tus necesidades.

 

Para redondear el sistema, Apple ha decidido poner aquí y allá algunas gotas más de proactividad y ha decidido hacer las cosas por ti, siguiendo al pie de la letra la filosofía de DIFM. Imagina que estás estás escuchando un disco de uno de tus artistas favoritos, lo dejas y unas horas o días después, justo cuando conectas tus auriculares el asistente proactivo te propone seguir en el punto donde estabas. O cuando dentro de un correo de confirmación de reserva en tu restaurante favorito aparece un día y una hora el asistente te propone la creación de un evento en tu calendario. O también, si recibes una llamada telefónica desde un teléfono que no está entre tus contactos pero sí se incluía dentro de un correo electrónico anterior, que te proponga si puede ser esa persona la que llama justo antes de contestar, mediante un simple “Quizás:…”. Esas cosas son las que Apple ha decidido integrar por fin en su iOS 9.

Lo ha hecho más tarde que Google con su Now, pero a tiempo para fortalecer una parte del sistema que necesitaba una revisión profunda. El objetivo es que no seas consciente de que te están prestando ayuda, de que alguien lo está haciendo por ti; es alguien al que realmente has contratado, a quien no le pides ayuda activamente en la mayor parte de las ocasiones, pero está ahí para ofrecerla. Tú le das información, le das tus rutinas, le informas de tus contextos y el asistente proactivo lo hace para ti. Ojalá no sea un precio demasiado alto el que haya

que pagar.

 

Cuando las empresas optan por servicios DIFM lo hacen a sabiendas de que obtendrán lo que necesitan casi sin haber sabido decir lo que necesitaban. Cuando los usuarios obtenemos ayuda por parte de nuestros asistentes digitales proactivos estamos haciendo exactamente lo mismo. Tenemos una necesidad de algo de lo que no somos plenamente conscientes, pero de lo que aportamos suficiente información como para que la rutina se haga automática y nos devuelva una respuesta que nos hará sentir satisfacción. Nada mejor que alguien lo haga por ti.