westop. facebook y whatsapp los rompeparejas
Aumenta la temperatura, disminuye la paciencia en el trabajo y el resultado es que nuestra concentración se desvanece como esos hielos en el combinado que te estás tomando en tu imaginación, refrescante, en la playa y con tu móvil. Espera, ¿el móvil? ¿Qué clase de fantasía es ésa? Quizás no tenga demasiado de extraño, teniendo en cuenta que cada vez pasamos más horas con este dispositivo y hacemos más actividades desde él. Actividades como las redes sociales, que en verano se convierten en un escaparate constante de intentos de dar envidia. Pero, ¿afecta eso socialmente? ¿Condicionan WhatsApp o Facebook el que acabemos el verano con o sin pareja?
El tiempo libre, la comodidad y los timelines

Según la empresa de servicios publicitarios para redes sociales Adglow, el verano es la estación del año en la que los españoles usamos más tiempo las redes sociales, siendo el smartphone el que se lleva unas horas más de las que se usa habitualmente (según Adglow, el 91% de los usuarios se conecta mediante éste diariamente). La suma de que las redes sociales sean parte de nuestra rutina y de que en verano ésta se vea invadida por un goteo de playa, piscina, cócteles y demás elementos que mostrar a nuestros contactos hace que se compartan ni más ni menos que el doble de fotografías que en invierno.

 

La prueba la tenemos fijándonos en nuestros propios hábitos. Esto dependerá de la manera en la que usemos las redes sociales (sigue habiendo gente ajena a Instagram, Snapchat y otras por muy de moda que estén), pero si somos usuarios de alguna de ellas así como de apps de mensajería lo lógico es que tendamos a echar más vistazos al tener más tiempo libre. Quizás de hecho se dé cierto círculo vicioso en el que entremos más porque tenemos más tiempo y porque, a su vez, hay más contenido que igual que nosotros otros han aportado. Las vidas de nuestros amigos en la red tienen más actividad y es normal que dediquemos una mayor parte de nuestro tiempo libre a ello: una actividad que distrae, entretiene y no exige un esfuerzo físico o mental (casi es más bien pasivo).

"El verano es la estación del año en la que los españoles usamos más tiempo las redes sociales"

Si nos ponemos en plan matemático y organizativo, si pensamos en el reparto de nuestro tiempo al día, el hecho de que el entretenimiento social ocupe más cantidad de éste tiene como consecuencia lógica que el de otras actividades se reduzca. Aquí hay mucho que tener en cuenta, todo lo que hacemos durante el día como comer, descansar y demás, pero en el caso de tener una relación puede que el tiempo que dediquemos a esta persona se vea en cierto modo disminuido, como lo puede verse el que dedicamos a mirar cierta publicación o a mirar la televisión.

 

Este hecho, el que el horario de máxima actividad sea de 16:30 a 00:30 en verano y ciertos factores relacionados con el cambio de rutina que supone el verano y las vacaciones hacen que lo hayamos convertido en una época propicia para que nuestros instintos, necesidades y sentimientos puedan experimentar variaciones y los servicios de software son algo accesible y protagonista en lo que concierne a “cambiar de aires”. Pero, ¿podemos apuntar a ellos como armas de destrucción masiva

de parejas?

Romper en verano: ¿leyenda o hecho?

Más allá de las experiencias personales, siempre se ha dicho que el verano es una época que por unas cosas y otras facilita el que las parejas pongan el punto y final y en septiembre cada uno siga por su lado. De hecho, de manera tradicional vemos esas estadísticas más o menos variables y de más o menos fuentes que apuntan a que sí hay un porcentaje destacado de rupturas, destacado de hecho aunque sea de un 30% de las parejas.

 

¿Qué tiene el verano para constituir en “tantos” casos un ambiente perfecto para la ruptura? Según algunos psicólogos como Mª Jesús Andrés Pérez no el verano en sí, sino las vacaciones, hacen que los problemas y conflictos que hasta el momento permanecían en latencia afloren debido a un mayor tiempo de contacto. Problemas como la falta de comunicación o de resolver problemas. Según los casos podemos descubrir aspectos del otro que no conocíamos y, además, está el estrés que el cambio, o la desaparición de la rutina, se da en algunas personas (y que no ayuda).

 

Un tercer aspecto (que vamos a “guardar” para recuperar a continuación) es el de las nuevas personas que conocemos durante esta época, bastante propicia para ello por el clima más distendido y divertido que suele haber. Personas con las que aparentemente tenemos bastante en común, y que en los casos de ruptura pueden ser un ingrediente fundamental, aunque no esté claro que esa tercera persona haya tenido un papel activamente participativo en la separación.

"Las vacaciones hacen que los problemas y conflictos que hasta el momento permanecían en latencia afloren debido a un mayor tiempo de contacto"
Redes sociales y mensajería causantes de ruptura: ¿leyenda o hecho?

Después de la popular frase There’s an app for that, se acuñó There’s an study for that. Y esta idea que te decimos ahora no es ninguna excepción, en referencia al que muchos medios hicieron eco en su momento (octubre de 2015): el de la revista Cyber Psychology and Behaviour Journal. ¿El motivo? Una conclusión que prometía un titular bombazo: que unos 28 millones de parejas en el mundo habían podido romper “por culpa de plataformas como Facebook o WhatsApp”. Casualidades de la vida, el estudio parece haber desaparecido del mapa, así que vamos a tratar de esclarecer si redes sociales y apps de mensajería instantánea facilitan el final de una relación.

 

De este tema ya hablamos en MacToday, concretamente en el número de abril de 2015, si bien el enfoque era diferente. A modo de recordatorio, hablamos de cómo los servicios para conocer gente, y directamente las apps para ligar, estaban cambiando el paradigma de las relaciones, tanto su naturaleza como su mantenimiento y duración. Cómo por ejemplo estas herramientas representan algo fundamental en las relaciones a distancia.

 

Por esto mismo, por el papel en la creación de nuevas relaciones, ¿en qué medida son éstas un spin off de otras relaciones previas? Objetivamente esto no debería ser tal cual por el hecho de que se trata de simples herramientas, cuyo uso depende enteramente del usuario. Es decir, tanto en Facebook, como en Twitter como en cualquier otra plataforma, la mayor parte (si no toda) del contenido que vemos es consecuencia de una selección propia de contenido, siendo éste amistades sobre todo en el caso de Facebook.

 

Pero aquí de nuevo podemos recurrir a la opinión de psicólogos. A colación de aquel supuesto estudio, en el periódico El Mundo recogieron la opinión de Carme Sánchez, psicóloga y sexóloga del Instituto de Sexología de Barcelona, que a este respecto aseguraba justamente esto, que no son más que herramientas de comunicación: “Pueden ejercer de facilitadores en determinadas situaciones y en las relaciones personales, pero no son la causa de una ruptura. Hoy en día es más fácil encontrarse virtualmente con personas que tienen unas necesidades profesionales, de vínculo afectivo-sexual, de ocio, parecidas a las nuestras. Las redes sociales son una dimensión más”.

 

Unas herramientas para conocer gente, entablar conversación, empezar nuevas amistades y proporcionar datos. Otro apunte que añade Francesc Núñez Mosteo, director de programas de Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya, es el hecho de que la huella digital (es decir, el rastro electrónico que dejamos al publicar, responder, etc.) al fin y al cabo son datos y pruebas que pueden ser consultados e incluso encontrados tras búsquedas exhaustivas partiendo de una desconfianza inicial por una de las partes de la pareja. La descontextualización y la ausencia de componente no verbal (gestual, etc.) hace que esta huella pueda no interpretarse de la manera correcta, pero aun así puede ser uno de los detonantes de la discusión o la ruptura.

"Facebook y WhatsApp pueden ejercer de facilitadores en determinadas situaciones y en las relaciones personales, pero no son la causa de una ruptura"
Todo ocurre más rápidamente

Quizás la idea que deberíamos llevarnos a la cabeza es que ni Facebook ni WhatsApp tienen que ver con las rupturas, por muy sugestiva que sea la idea, y que lo único que hacen es resaltar y acelerar lo que antes ocurría a un ritmo más lento u humano. Es decir, es normal que una persona se moleste si su pareja dedica más tiempo a mirar a su móvil que a entablar conversación, pero de esto no tienen la culpa las redes sociales o las apps de mensajería: lo que hay ahí es un problema de atención o desinterés.

 

También está el hecho de que cada vez esté más generalizado el reparto de amistades y que las virtuales ocupen un tiempo de nuestra atención (al fin y al cabo cambia el formato, pero sigue siendo amistad), y que si tenemos más tiempo libre también queramos dedicar un poco más de lo habitual a saber de ellas o a contarles lo que hemos vivido de manera presencial, bien por chat, con fotos y con vídeo.

 

No vamos a tocar el tema de usar SMS, el WhatsApp o un servicio similar para realizar la comunicación de querer cortar con la pareja, eso daría para otro post y probablemente en otro medio, pero lo que sí es patente es que lo que acontece en estas redes y apps tiene cada vez más peso en nuestras vidas (en la mayoría de los casos) y puede que aún tengamos que aprender (o recordar) que se tratan de herramientas de comunicación, y que somos nosotros los que elegimos cómo y con

quién usarlas.

"Hay que tener en cuenta que cada vez tenemos más repartidas las amistades entre presenciales y virtuales y hemos de repartir nuestro tiempo con todas ellas"