A pesar de que los gustos de cada uno son más que variados, sabes que hay muchos juegos que siempre van a triunfar, o al menos, tienes la seguridad de que no miles sino millones de jugones se lanzarán a él en cuanto salga al mercado. El título que te traigo este mes no es uno de esos. Ni mucho menos. Pero sí es un juego que no deja indiferente a nadie. La crítica lo venera en altísimo porcentaje, y, como suele suceder en otros apartados artísticos, cuando la crítica lo avala, toca ir con cuidado.

Te hablo de INSIDE de Playdead, el estudio independiente que nos trajo LIMBO hace más de seis años ya. Si conoces LIMBO y no te gustó en su momento igual dejas ya de leer este artículo. Si ya lo conocías seguro no pasó desapercibida para ti la presentación de INSIDE, no en vano lo han bautizado como la versión 2.0 o la versión mejorada de ese título que tantos premios se llevó en su momento. Mi consejo, olvídate de LIMBO. Sí, la esencia está ahí, pero una vez los hayas jugado serás uno más afirmando que simplemente son obra del mismo estudio, pero cada uno con su personalidad.

Describir INSIDE no es tarea fácil, créeme. Tocaría empezar diciendo que es un juego de movimiento horizontal, incluso un juego de plataformas 2D y puzzles, pero ¡madre mía!, sería quedarse tan corto que es hasta injusto. Voy a lanzarme al río, venga, que no se diga, en esta revista somos así: “INSIDE es el juego indie del año. Punto”.

Jugarlo es vivir en primera persona una película serie B de los ochenta. Te engancha desde el primer minuto. No sabes de qué va la historia. No sabes lo que está sucediendo. Solo avanzas y avanzas. Escapas. Huyes y tratas de salvar tu vida a la par que intentas entender qué está ocurriendo. ¿Por qué te persiguen? ¿Qué es lo que están haciendo con la gente? ¿Quienes son? No habrá pasado media hora y ya eres parte de la historia, de la trama. Te sentarías a verlo sin más, pero resulta que tú controlas al personaje y se mueve bajo las acciones de tus dedos. Así serán las siguientes horas, no muchas, desgraciadamente. El juego se acabará en pocas horas, demasiado corto. Pero eso refuerza más si cabe la sensación de estar viviendo una película.

El final, inesperado. Vienen a mi cabeza películas como Inception que te dejan con la sensación de que no te han querido contar el final. Siguiendo el argumento cinematográfico siento que he vivido una mini serie similar a la grandiosa Stranger Things de Netflix. Ese ambiente ochentero, de película de suspense, terror, misterio, serie B, está realmente logrado a lo largo de toda la historia. El juego arranca sin más, sin menús, sin opciones, apareces en un bosque y, a partir de ahí, todo es historia.

Olvídate de recoger monedas, gemas, premios, vidas, y todos esos tópicos de los juegos de plataformas. Nada de menús, extras, bonus o cualquier otro topicazo. Desde ese mismo instante que apareces en la pantalla, sin tutoriales ni nada similar, solo te queda una opción, la que tu instinto te marca, comienzas a avanzar. Todo irá sucediendo y verás que apenas necesitas dos botones, uno para saltar y otro para interactuar / agarrar / tirar de los objetos que vayas encontrando.

Me encantaría contarte lo que va a suceder, pero lo siento mucho, me niego a desvelarte ninguno de los misterios, momentos y giros que esta película, perdón, este juego, tiene que ofrecerte. Tienes que vivirlo. Es único. Eso sí, no te dejes engañar por su aspecto gráfico. La extraña paleta de colores, los tonos tan apagados no deslucen, al contrario, crean una atmósfera perfecta. Ese jersey rojo del personaje destaca en determinados planos como en cierta escena de la Lista de Schindler de Spielberg.

Si gráficamente es un alarde de iluminación y ambientación, podríamos seguir con el símil y darle un premio a la fotografía. Personalmente hice bastantes capturas de pantalla a lo largo del juego para guardarlas en mi perfil de Steam, sin duda se lo merece.

Pero donde realmente se gana el Óscar este juego es en la animación. Toca ponerse de pie y aplaudir a este estudio independiente porque el mimo y el cuidado con el que se ha animado todo el juego es digno de admiración. No bromeo. Te reto a que intentes hacerle todas las jugarretas que te imagines al personaje a la hora de moverlo. Avanzar, parar, retroceder, saltar, todo, absolutamente todo, varía en sus animaciones y movimientos dependiendo donde se encuentre o lo que esté haciendo el personaje en ese momento. Si subimos sobre un tronco se moverá con cuidado para no caerse, y las transiciones están tan cuidadas que no dejo de preguntarme cómo lo han hecho. Es como si estuvieses avanzado y rebobinando un vídeo.

Los entornos van cambiando y la animación siempre está a la altura. Incluso en algo tan difícil como el agua consigue destacar. Pero la sorpresa viene hacia el final. No te daré detalles, pero consiguen darle vida a algo que no tiene nombre, y que se mueva con unas físicas y una naturalidad que no queda más que rendirse al talento de este estudio danés.

El hecho de que todo el juego tenga este tratamiento de película o experiencia me llevó a probar a jugarlo desde el modo Theater del HTC Vive en Steam. ¿Qué puedo decirte? La inmersión de ver este juego proyectado en una sala de cine resultó todavía más intensa. Toda una experiencia sin duda. Aunque a este artículo le acompañan imágenes, estas no reflejan los dos aspectos más sobresalientes de INSIDE. Uno acabo de contártelo, sus animaciones, el segundo, el sonido.

Decir que la ambientación, los sonidos, los efectos están acordes al juego es quedarse muy corto. Se lo han trabajado hasta un punto que muy pocos, o casi nadie se dará cuenta. La gente de Playdead es especial, muy especial. En un artículo cuentan lo que supuso crear el sonido para este juego. Ojo, la frikada llega al punto de utilizar una calavera para reverberar el sonido, recogerlo, pasarlo por filtros, editarlo, etc. todo hasta llevarlo al nivel de exigencia que ellos buscaban.

El sonido es tan importante como para darle un protagonismo en forma de final alternativo. Una vez que termines el juego hay otro final que solo accederás si has descubierto la secuencia de código que a través de la música y los sonidos se va mostrando en partes específicas del juego.

Si bien la jugabilidad a veces podría achacársele que es un poco fácil, obtener todos los logros, encontrar el código, descubrir cierto pasaje y resolver todos los puzzles nos mantendrá un buen rato entretenidos sin desesperarnos. Lo único que le achaco es la duración, y es que, como las buenas películas, uno no quiere que se acaben.

Su precio no es desorbitado, sobre unos 15 euros, aunque muchos que parece que compran al peso, euro por hora de juego, han venido a quejarse. Sí, yo me lo he acabado en 6 horas, pero todavía perdura en mí la historia que he vivido y me ha dejado pensando mucho sobre que ha sucedido realmente en mi pantalla.

Ahora mismo lo tienes disponible en PC Steam, XBOX One y PS4.

A estas alturas y tras lo que has leído creo que ni tengo que decirte que recomiendo este juego con los ojos cerrados. Pero el cerrarlos no me deja ciego ante la evidencia de que debo reconocer que no es un título para todo el mundo. Al igual que el cine de serie B o el cine de ciencia ficción no es para cualquiera, igual sucede en otras maestras como INSIDE. No es para cualquiera. Ni dejará indiferente a nadie.

Nos vemos al otro lado. Disfrútalo.