Los trámites burocráticos para llegar a Kioto son los mismos que los que explicamos la vez que viajamos a Tokio, no ha cambiado nada. Es algo sencillo, así que no debes preocuparte por eso. Una vez teniendo la aprobación de las autoridades niponas, es hora de ponerse en marcha ¡Rumbo a Kioto! Lo más sencillo es ir al aeropuerto de Narita en Tokio, o al de Osaka, al menos desde España. Una vez allí, coge un tren hasta Kioto ¡Y ten cuidado! Los trenes en Japón son muy puntuales y no esperan a nadie. Una vez ya por fin en Kioto, quizás debas pensar que te has metido en una máquina del tiempo o algo por el estilo. Tranquilo, acabas de llegar a una cápsula del tiempo declarada por la Unesco como patrimonio de la humanidad. Más de 2000 templos y una gran cantidad de palacios, jardines y todo tipo de monumentos. Prepárate a hacer fotos y vídeos a todo tren, eso sí, asegúrate de que esté permitido, porque en algunos sitios no te permitirán hacer fotos ni vídeos. Pero Kioto no es sólo monumentos, pues se trata de la capital cultural del país. La industria del cine y televisión del país nipón tienen una presencia muy fuerte en la ciudad, siendo frecuentes incluso rodajes por las calles. También tiene su sede una compañía que últimamente tiene una buena relación con Apple. No es otra que Nintendo. Siempre encontrarás algo que hacer en Kioto, algo que descubrir, aparte de hacer una extensa visita por todos los monumentos importantes de

la ciudad.

Una buena guía de viajes siempre es algo necesario para cualquier viajero. Y en este caso, aparte de tener todos los datos que necesitarás a lo largo de viaje, es offline, por lo que no necesitarás ninguna conexión de datos siempre que no encuentres WiFi. También podrás planificar tus viajes con la herramienta integrada en la app. Es gratis.

Por si necesitaras una conexión de datos y no quieres contratar alguna tarifa especial (y carísima) con tu operadora, esta app te ayudará a encontrar un montón de puntos WiFi para que puedas cargar tus fotos y comunicarte con la gente sin gastar un dineral. Y te permitirá también descubrir sitios interesantes, con WiFi (doblemente interesante). Es gratis.

En Japón el tren es un método de transporte muy popular, y es probable que necesites usarlo para ir de una zona de la ciudad a otra sin esfuerzo. Para ayudarte con este transporte puedes usar esta app que te mostrará el mapa de todas las líneas y paradas de tren, y podrás planificar todas tus rutas con facilidad. Todo irá sobre raíles. Es gratis.

Kioto no cuenta con ninguna Apple Store, pero ya que estás en la casa de Nintendo, quizás deberías visitar, al menos por fuera, la sede central de la gran N. Sabemos que se sale de lo normal, pero no vamos todos los días. Además, su development center está justo al lado.

De los miles de sitios de interés, no te puedes ir de la ciudad sin visitar el palacio Imperial, que fue la residencia del emperador hasta finales del siglo XIX y que es un gran ejemplo de arquitectura palaciega japonesa, el castillo Nijō, una residencia feudal muy peculiar, el Kinkaku-ji, un templo cuyas paredes están recubiertas de oro puro, el Ginkaku-ji, un templo que forma un paisaje maravilloso con sus jardines, el Santuario Heian, posiblemente la estampa más típica de un templo japonés o el Fushimi Inari-Taisha, un templo que cuenta con un gran número de columnas rojas, todo un clásico. A partir de ahí, si te queda algo de energía ¡A explorar!

Con tanto movimiento te habrá entrado un hambre más grande que los monumentos que has visto. Nada que no arregle un poco de sushi ¿No? Pues no. Kioto es una ciudad algo alejada del mar, y aunque seguro que encontrarás sitios que sirvan un sushi maravilloso, lo típico de Kioto son sus platos de verduras, hechos con verduras cultivadas en los alrededores de la ciudad. Ten cuidado con los platos picantes, allí son picantes de verdad, y no temas experimentar sabores nuevos.

En resumen, Kioto es una ciudad para pasar un buen fin de semana (Por no decir una semana) disfrutando de una inmersión en el centro cultural de Japón, observando miles de monumentos, viviendo el cine y la televisión, y abriendo tu estómago a sabores diferentes. Lo tiene todo para un viaje

difícil de olvidar.