Tal y como nos explican Eduard y Carlos (de 38 y 42 años, respectivamente), Fashiop (cuyo nombre es una mezcla de fashion y shop) es un servicio de moda para hombres que tiene por objetivo ayudarnos a llevar la ropa que nos gusta sin tener que salir de compras ni perder tiempo en el proceso. Durante la entrevista hacen una interesante referencia a Pulp Fiction: “¿Recordáis al Señor Lobo? Fashiop es el Señor Lobo de la Moda. Solucionamos a los hombres problemas relacionados con la moda y lo hacemos de modo simple, profesional y muy efectivo”. Pero, ¿cómo lo consiguen? “El cliente se registra, le hacemos una llamada para entender sus gustos, necesidades y presupuesto. Y a partir de ahí le proponemos una caja con entre diez y veinte prendas de todo tipo de marcas adaptadas a él”, nos explican. “Una vez que el cliente nos da su aprobación, le enviamos las prendas a casa, tiene cinco días para probárselas y pasamos a buscarlas de nuevo en la fecha acordada. Se queda lo que quiere y nos devuelve lo que no”, concluyen. En cuanto al cobro, el equipo de Fashiop comprueba el contenido de la caja una vez devuelta y solo nos cobrará por lo que nos hemos quedado. Estarás de acuerdo con nosotros en que se trata de un proceso de lo más cómodo para el cliente, que ni siquiera tiene que salir de casa. Y lo mejor de todo es que no tenemos que pagar costes de envío o de devolución. De hecho, ni siquiera tenemos que pagar por el trabajo de las estilistas. “Vendemos los productos al precio recomendado por los fabricantes, sin costes extra”, nos confirma el equipo.
Llegados a este punto nos interesamos por saber cuál es el público objetivo al que se dirigen en Fashiop. Según los cofundadores de la empresa, el perfil de sus clientes es muy variado. “Desde profesionales con poco tiempo pero preocupados por ofrecer una imagen impecable, pasando por enemigos del shopping que odian salir de compras hasta aquellos casos de amantes del shopping que quieren disfrutar de una experiencia diferente y muy especial”, detallan. En cuanto a su disponibilidad geográfica, Fashiop ofrece sus servicios en toda España, salvo en las islas Canarias, Ceuta y Melilla. “Por cuestiones aduaneras que hacen imposible sacar y volver a entrar las prendas sin cargos si es que no generan venta”, puntualizan. Por el momento no ofrecen sus servicios en el extranjero, aunque los cofundadores de Fashiop nos han mostrado su interés en que así sea.
Ahora que ya conocemos a qué se dedica el equipo de Fashiop, nos ha parecido interesante hacer un breve repaso a la historia de la empresa. Sus cofundadores nos cuentan que fundaron la sociedad en el año 2015 y en agosto abrieron su web al público, aunque no empezaron a facturar hasta octubre del año pasado.
Desde entonces, la compañía ya ha cerrado una ronda de capital. “Ahora nos encontramos cerrando los flecos con Ogilvy para entrar dentro de su programa de aceleración Upcelerator, algo que creemos que nos puede ayudar mucho en nuestro proceso de crecimiento e internacionalización”, nos comentan. Pero, ¿cómo surgió exactamente la idea que dio forma a lo que hoy es Fashiop? “Primero detectamos la necesidad. Qué hombre no ha sentido en sus propias carnes esa flojera de salir de compras mientras debía renunciar a algún otro plan más apetecible”, bromean. “Descubrimos que era una necesidad global que ya se había desarrollado en algún otro mercado, estudiamos a esos competidores y tratamos de mejorar lo que vimos mejorable”. Aun así, Eduard y Carlos opinan que Fashiop no ha alcanzado su forma final. “Estamos en permanente cambio. De hecho, ahora mismo nos encontramos en un momento muy interesante, planeando nuevos servicios y mercados a los que atacar”. Teniendo en cuenta los logros alcanzados en tan poco tiempo, no podemos negar que Fashiop tiene algo especial. Al preguntar cuál opinan que es su factor diferencial mencionan dos: el trato a los
clientes y la profesionalidad de sus
personal shoppers. Llegados a este punto decidimos concluir la entrevista preguntando si recuerdan alguna anécdota que haya tenido lugar a lo largo de la trayectoria de la empresa. Carlos comenta que recuerda especialmente una conversación vía telefónica con uno de los clientes de Fashiop: “Con una confianza tremenda me dijo: ‘Carlos, no sabes cuánto necesitaba vuestra ayuda. Voy a menudo en tren y ya me había pasado varias veces que llevaba una americana azul con un chaleco verde que me regaló mi suegra. No dejaban de pedirme auriculares. Me habéis hecho sentir mucho mejor: la gente ya no me pregunta siquiera por el vagón cafetería. ¡Soy un hombre nuevo!’”
